Cargando...
El tempranero gol marcado por Freddy Bareiro con un fútbol que entonces lo tuvo a Cerro Porteño superior al Sportivo Luqueño, más la necesidad de este en cambiar un hombre de ataque, por lesión de Pablo Giménez, a poco de sufrir la ventaja del local, hicieron pensar que se venía fácil la victoria azulgrana en el único partido del anticipo de la 13ª fecha del torneo Clausura.
Un estupendo pase de larga distancia del Alexis González a Luis Cáceres y la fabulosa escapada de este puso al "Zorro" Bareiro de cara al gol y no lo desaprovechó. Pero la variante dio al Sportivo otros aires con un inquietante Osvaldo Díaz. El Ciclón siguió siendo mejor con la pelota del medio para el frente, pero atrás con algo de inseguridad. Y una buena gestación de Cristaldo dio a Soria la ocasión para el empate y así fue. Lo que era todo canto en las gradas pasó a ser el festejo de un grupo mucho más reducido.
El Ciclón mantuvo siempre esa sensación de que podría llegar al segundo gol en cualquier momento. Y lo consiguió a poco de finalizar el primer tiempo cuando el lateral luqueño Vergara se estiró cual mejor arquero para desviar con la mano la pelota que tenía destino de red. Julio dos Santos puso el premio con el remate desde los doce pasos a lo que era su buen rendimiento. La ventaja pasó a ser de nuevo del local y la visita quedó con un jugador menos, pues Vergara se fue expulsado.
Todo estaba predispuesto para apostar al triunfo azulgrana y mucho más aún con el, por fin, tanto marcado por el "Pájaro" Benítez, quien amplió la diferencia a solo cinco minutos de iniciarse el segundo período. El camino se mostró entonces allanado para una holgada victoria de Cerro Porteño que con varias de sus individualidades marcó superioridad sobre el adversario. Lo mejor del anfitrión fue del medio para el frente, se registraron otras tantas ocasiones para aumentar la ventaja, pero las dejó pasar. Y se dio el descuento de Luqueño con mucho por jugarse y la incertidumbre se apoderó de los azulgranas. Pues la ventaja mínima y con el rival atacando en busca de la paridad, las dudas se acrecentaron, pero aparecieron los que saben: Freddy habilitó a Fabbro, una de las variantes, y este sentenció el partido para ver el festejo de un triunfo que lo aviva.
Un estupendo pase de larga distancia del Alexis González a Luis Cáceres y la fabulosa escapada de este puso al "Zorro" Bareiro de cara al gol y no lo desaprovechó. Pero la variante dio al Sportivo otros aires con un inquietante Osvaldo Díaz. El Ciclón siguió siendo mejor con la pelota del medio para el frente, pero atrás con algo de inseguridad. Y una buena gestación de Cristaldo dio a Soria la ocasión para el empate y así fue. Lo que era todo canto en las gradas pasó a ser el festejo de un grupo mucho más reducido.
El Ciclón mantuvo siempre esa sensación de que podría llegar al segundo gol en cualquier momento. Y lo consiguió a poco de finalizar el primer tiempo cuando el lateral luqueño Vergara se estiró cual mejor arquero para desviar con la mano la pelota que tenía destino de red. Julio dos Santos puso el premio con el remate desde los doce pasos a lo que era su buen rendimiento. La ventaja pasó a ser de nuevo del local y la visita quedó con un jugador menos, pues Vergara se fue expulsado.
Todo estaba predispuesto para apostar al triunfo azulgrana y mucho más aún con el, por fin, tanto marcado por el "Pájaro" Benítez, quien amplió la diferencia a solo cinco minutos de iniciarse el segundo período. El camino se mostró entonces allanado para una holgada victoria de Cerro Porteño que con varias de sus individualidades marcó superioridad sobre el adversario. Lo mejor del anfitrión fue del medio para el frente, se registraron otras tantas ocasiones para aumentar la ventaja, pero las dejó pasar. Y se dio el descuento de Luqueño con mucho por jugarse y la incertidumbre se apoderó de los azulgranas. Pues la ventaja mínima y con el rival atacando en busca de la paridad, las dudas se acrecentaron, pero aparecieron los que saben: Freddy habilitó a Fabbro, una de las variantes, y este sentenció el partido para ver el festejo de un triunfo que lo aviva.