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Lo positivo es ver que tenemos piezas de recambio.Despliegue físico, presión, rotaciones, argumentos muy buenos empleados por nuestra selección de arranque, con una actitud positiva, proponiendo un juego de igual a igual, frente a un rival de jerarquía, pese al duelo entre jugadores "caseros".
El problema estaba en la defensa, con chicos de baja estatura, poco tiempo de trabajo juntos, con falta de entendimiento, en fin, una serie de factores que conspiraron contra un mejor rendimiento en la zona.
Hauche marcó el primer gol de cabeza, luego del desesperado intento de Benegas por cortar el avance de Monzón. Después, Pablo Zeballos emparejó con su tanto, tras un buen giro en el área.
Con golpe de cabeza, Fernández volvió a adelantar a Argentina, que amplió la cuenta por medio de Hauche sobre el cierre de una primera mitad que tuvo un corte de más de casi siete minutos, por problemas en la red del arco que custodiaba en ese momento Carrizo.
El ingreso de Gustavo Cristaldo le dio mayor movilidad a la Albirroja y tras un servicio de esquina suyo, Elvis Marecos acortó las distancias con un testazo. Era para ilusionarnos con un mejor resultado, aunque sobre el final, Enzo Pérez decretó el 4-2 final tras una desinteligencia entre Joel Silva y los defensores. De todas formas, el golero fue uno de los puntos altos de nuestro seleccionado que llevaba 17 años sin perder contra Argentina.
En cuanto a las individualidades, Silva estuvo bien, Gaona Lugo es interesante, Zeballos tiene calidad y no es de futuro, sino de presente, y "Teto" Cristaldo está llamado a ser uno de los conductores de nuestra escuadra a mediano plazo.
Fue una linda fiesta, completa para los argentinos por el resultado, en un hermoso estadio que estuvo repleto, con una organización que no fue la mejor, teniendo en cuenta que Gerardo Martino, por ejemplo, acudió a la conferencia con la misma vestimenta, porque en el vestuario no había agua para el aseo correspondiente.
El problema estaba en la defensa, con chicos de baja estatura, poco tiempo de trabajo juntos, con falta de entendimiento, en fin, una serie de factores que conspiraron contra un mejor rendimiento en la zona.
Hauche marcó el primer gol de cabeza, luego del desesperado intento de Benegas por cortar el avance de Monzón. Después, Pablo Zeballos emparejó con su tanto, tras un buen giro en el área.
Con golpe de cabeza, Fernández volvió a adelantar a Argentina, que amplió la cuenta por medio de Hauche sobre el cierre de una primera mitad que tuvo un corte de más de casi siete minutos, por problemas en la red del arco que custodiaba en ese momento Carrizo.
El ingreso de Gustavo Cristaldo le dio mayor movilidad a la Albirroja y tras un servicio de esquina suyo, Elvis Marecos acortó las distancias con un testazo. Era para ilusionarnos con un mejor resultado, aunque sobre el final, Enzo Pérez decretó el 4-2 final tras una desinteligencia entre Joel Silva y los defensores. De todas formas, el golero fue uno de los puntos altos de nuestro seleccionado que llevaba 17 años sin perder contra Argentina.
En cuanto a las individualidades, Silva estuvo bien, Gaona Lugo es interesante, Zeballos tiene calidad y no es de futuro, sino de presente, y "Teto" Cristaldo está llamado a ser uno de los conductores de nuestra escuadra a mediano plazo.
Fue una linda fiesta, completa para los argentinos por el resultado, en un hermoso estadio que estuvo repleto, con una organización que no fue la mejor, teniendo en cuenta que Gerardo Martino, por ejemplo, acudió a la conferencia con la misma vestimenta, porque en el vestuario no había agua para el aseo correspondiente.