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El socialismo es humanismo porque todo se centra en el ser humano, es decir todo conflicto o situación toma como punto principal al hombre, el ser humano, especialmente el obrero o campesino, oprimidos en todos los tiempos y lugares a lo largo de la historia.
De este humanismo proviene el ateísmo propio del socialismo (en todas sus formas o variantes, llámese comunismo anarquismo, etc. El fundamento de la crítica religiosa es: el hombre hace la religión, y no ya, la religión hace al .Ante esta situación, la Iglesia Católica, a través de las encíclicas papales, la última por Juan Pablo II, que además de pronunciarse en contra del ateísmo marxista, establecieron la doctrina social de la Iglesia Católica (propiedad privada, capital, etc.), en estas se estableció por sobre todo que el marxismo (o socialismo) de la religión católica son incompatibles. Uno no puede ser marxista a medias, no hay punto intermedio, o se es o no se es; como así también uno no puede ser católico a medias, se es o no.-
Si bien se han cometido y se siguen cometiendo violaciones a los derechos humanos en los gobiernos socialistas, donde la libertad de expresión y la de pensamiento ocupan el primer lugar, nadie puede negar la influencia que el viejo socialismo (en todas sus formas) ha tenido en los ordenamientos jurídicos, principalmente en las Constituciones, donde tenemos que los derechos sociales - como los laborales, vivienda digna, educación gratuita, reforma agraria, etc. largamente postergados se encuentran hoy en casi ellas. A fin de cuentas, cada uno lo interpreta como quiere o como le conviene.-
Jesús M. Herreros T.
C.I. N° 3.498.495.
De este humanismo proviene el ateísmo propio del socialismo (en todas sus formas o variantes, llámese comunismo anarquismo, etc. El fundamento de la crítica religiosa es: el hombre hace la religión, y no ya, la religión hace al .Ante esta situación, la Iglesia Católica, a través de las encíclicas papales, la última por Juan Pablo II, que además de pronunciarse en contra del ateísmo marxista, establecieron la doctrina social de la Iglesia Católica (propiedad privada, capital, etc.), en estas se estableció por sobre todo que el marxismo (o socialismo) de la religión católica son incompatibles. Uno no puede ser marxista a medias, no hay punto intermedio, o se es o no se es; como así también uno no puede ser católico a medias, se es o no.-
Si bien se han cometido y se siguen cometiendo violaciones a los derechos humanos en los gobiernos socialistas, donde la libertad de expresión y la de pensamiento ocupan el primer lugar, nadie puede negar la influencia que el viejo socialismo (en todas sus formas) ha tenido en los ordenamientos jurídicos, principalmente en las Constituciones, donde tenemos que los derechos sociales - como los laborales, vivienda digna, educación gratuita, reforma agraria, etc. largamente postergados se encuentran hoy en casi ellas. A fin de cuentas, cada uno lo interpreta como quiere o como le conviene.-
Jesús M. Herreros T.
C.I. N° 3.498.495.