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El proceso en las minas artesanales se inicia con la extracción de rocas y arena donde se detecta el oro adherido. Lo extraído se transporta al molino, donde las rocas son trituradas.
El producto del procedimiento anterior se traslada a una centrífuga donde el material más pesado (oro con piedra) se precipita y se acumula en una bolsa. Lo concentrado de esa manera se descarga cada vez que alcanza los 30 kilogramos, aproximadamente. Lo liviano (arena y alguna otra partícula de menor peso) se elimina.
Luego, el producto concentrado se traslada a un equipo llamado "amalgama", donde ingresa el mercurio para la separación de todos los demás componentes. El agua con las partículas restantes se van depositando en diversas piletas.
Según el concejal Raúl Acosta (PLRA), uno de los propietarios, sus piletas se ubican a 150 metros del arroyo más cercano, por lo tanto, no habría riesgos de contaminación del curso de agua. Sin embargo, eso tendría que ser corroborado en los análisis de las muestras de agua.
Ese es el proceso común en Paso Yobái, aunque según algunos testimonios también hay modalidades más rudimentarias.
Según datos, la exploración del oro en Paso Yobái se inició hace 16 años, pero la "fiebre" de los buscadores del metal precioso comenzó hace 10 años y desde entonces se instalaron los molinos que funcionan en forma ilegal. Actualmente se sabe con certeza que 38 molinos están operando en el distrito, pero en forma clandestina, dentro de lotes alquilados y predios de las viviendas, son incalculables.
En todos los locales utilizan mercurio.
El producto del procedimiento anterior se traslada a una centrífuga donde el material más pesado (oro con piedra) se precipita y se acumula en una bolsa. Lo concentrado de esa manera se descarga cada vez que alcanza los 30 kilogramos, aproximadamente. Lo liviano (arena y alguna otra partícula de menor peso) se elimina.
Luego, el producto concentrado se traslada a un equipo llamado "amalgama", donde ingresa el mercurio para la separación de todos los demás componentes. El agua con las partículas restantes se van depositando en diversas piletas.
Según el concejal Raúl Acosta (PLRA), uno de los propietarios, sus piletas se ubican a 150 metros del arroyo más cercano, por lo tanto, no habría riesgos de contaminación del curso de agua. Sin embargo, eso tendría que ser corroborado en los análisis de las muestras de agua.
Ese es el proceso común en Paso Yobái, aunque según algunos testimonios también hay modalidades más rudimentarias.
Según datos, la exploración del oro en Paso Yobái se inició hace 16 años, pero la "fiebre" de los buscadores del metal precioso comenzó hace 10 años y desde entonces se instalaron los molinos que funcionan en forma ilegal. Actualmente se sabe con certeza que 38 molinos están operando en el distrito, pero en forma clandestina, dentro de lotes alquilados y predios de las viviendas, son incalculables.
En todos los locales utilizan mercurio.