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Nacional, sin su DT y dos de sus titulares (Don y Teixeira), lució mejor en el duelo de punteros en barrio Obrero y aun con grandes polémicas de por medio, mereció el triunfo frente a la peor versión del Ciclón de Grana.
Cerro Porteño salió a jugar el partido de anoche ante Nacional como si fuera que lo hacía ante sus juveniles, cuando en verdad solo el portero Don y el delantero Rodrigo Teixeira estaban ausentes entre los titulares.
Con tres delanteros, la misma cantidad de defensores y cuatro volantes, entre los cuales los únicos comprometidos con la lucha por el balón perdido eran Alexis González e Iván Torres, en este orden de intensidad, las sensaciones del técnico azulgrana Mario Grana acerca del poderío del rival se estrellaron muy pronto con la realidad.
Nacional manejó mejor la pelota, aun pese a que el primer golpe certero lo dio el Ciclón con el tanto que a los 9 minutos señaló Nanni, al aprovechar un mal despeje entre Mazacotte y Melgarejo.
La ventaja fue efímera, porque persiguiendo a delanteros con movilidad como Bogado y Javier González, César Benítez se encontró lejos de su área disputando la pelota con el Metalero, quien se la robó e inició la jugada con Torales, que terminó en el tiro cruzado de Marcos Melgarejo para el empate, aprovechando los cuantiosos espacios que la zaga azulgrana ofrecía.
Cerro empezó así tempranamente a apurarse y su juego se enredaba cada vez más, porque Dos Santos no dio señales en toda la noche, Bareiro y el Pájaro tampoco, dependiendo en ataque el Ciclón de los centros de Corujo y el desordenado empuje de Nanni.
Delante tenía la cabeza fría de Nacional para aguardar los momentos propicios para soltar sus temibles avances, para hacer tambalear a una defensa cuya estructura nunca dio al menos atisbos de solidez.
El nombre de Melgarejo apareció de nuevo en escena para desequilibrar el marcador, cuando tomó dentro del área azulgrana un centro largo, adelantándose a Cardozo, pero con el detalle serio de la controversia, pues tras pegarle en el abdomen, el esférico se detiene en el brazo izquierdo que lo tenía abierto casi como una prolongación del área de recepción del mismo, antes de rematar con fuerza por arriba de la salida de Barreto.
No podía faltar MM en el tercer gol. Le robó la pelota a Fabbro y asistió a Bogado, en posición dudosa, para que este cerrara la cuenta, poco antes de que Johnny planchara a Mazacotte y fuese expulsado, para hacer más negra aún su noche, pues, entre otras cosas, se perderá el clásico, dentro de dos fechas.
Cerro Porteño salió a jugar el partido de anoche ante Nacional como si fuera que lo hacía ante sus juveniles, cuando en verdad solo el portero Don y el delantero Rodrigo Teixeira estaban ausentes entre los titulares.
Con tres delanteros, la misma cantidad de defensores y cuatro volantes, entre los cuales los únicos comprometidos con la lucha por el balón perdido eran Alexis González e Iván Torres, en este orden de intensidad, las sensaciones del técnico azulgrana Mario Grana acerca del poderío del rival se estrellaron muy pronto con la realidad.
Nacional manejó mejor la pelota, aun pese a que el primer golpe certero lo dio el Ciclón con el tanto que a los 9 minutos señaló Nanni, al aprovechar un mal despeje entre Mazacotte y Melgarejo.
La ventaja fue efímera, porque persiguiendo a delanteros con movilidad como Bogado y Javier González, César Benítez se encontró lejos de su área disputando la pelota con el Metalero, quien se la robó e inició la jugada con Torales, que terminó en el tiro cruzado de Marcos Melgarejo para el empate, aprovechando los cuantiosos espacios que la zaga azulgrana ofrecía.
Cerro empezó así tempranamente a apurarse y su juego se enredaba cada vez más, porque Dos Santos no dio señales en toda la noche, Bareiro y el Pájaro tampoco, dependiendo en ataque el Ciclón de los centros de Corujo y el desordenado empuje de Nanni.
Delante tenía la cabeza fría de Nacional para aguardar los momentos propicios para soltar sus temibles avances, para hacer tambalear a una defensa cuya estructura nunca dio al menos atisbos de solidez.
El nombre de Melgarejo apareció de nuevo en escena para desequilibrar el marcador, cuando tomó dentro del área azulgrana un centro largo, adelantándose a Cardozo, pero con el detalle serio de la controversia, pues tras pegarle en el abdomen, el esférico se detiene en el brazo izquierdo que lo tenía abierto casi como una prolongación del área de recepción del mismo, antes de rematar con fuerza por arriba de la salida de Barreto.
No podía faltar MM en el tercer gol. Le robó la pelota a Fabbro y asistió a Bogado, en posición dudosa, para que este cerrara la cuenta, poco antes de que Johnny planchara a Mazacotte y fuese expulsado, para hacer más negra aún su noche, pues, entre otras cosas, se perderá el clásico, dentro de dos fechas.