En el Paraná se ahoga plan de alivio para el Ciclón

El resultado no fue bueno para Cerro Porteño. Su situación en la tabla de posiciones y el clima interno que vive están lejos del alivio. El 1-1 fue justo y dejó más felices a los locales.

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El arranque fue a todo vapor, con Cerro lanzado a buscar el único resultado que le interesaba, para lo cual echó mano a un plan táctico diferente, con la utilización de carrileros y una zaga con tres hombres.   

El experimento no fue bueno, porque el uruguayo Corujo, que venía cumpliendo acertadas tareas como lateral, al modificarse su función, no estuvo feliz ni atacando ni cerrando. Y a sus espaldas, Aranda hizo un festín, lanzando el centro que pasó por encima de la cabeza del "Ganso" y lo tomó Castorino para vencer a Barreto con un tiro entre sus piernas, apenas a los 6 minutos del cotejo.

Antes y después, el "3" tuvo otras ocasiones brillantes, en las que increíblemente Llamas no pudo anotar para echar sentencia bien anticipadamente a un partido que defensivamente fue horrible para el Ciclón a esa altura.   

Pero al no hacerlo, la oportunidad se le presentó al Ciclón para empezar a construir lo suyo, bajo la batuta de Dos Santos. También la visita incluyó una acción a la galería de lo increíble, cuando Freddy Bareiro tomó un centro del "Pájaro" y lo cabeceó afuera desde una posición óptima.   

En la siguiente acción por la izquierda llegó el gol de la paridad, cuando Salcedo retrasó el pase a Dos Santos y este definió con gran tiro potente y colocado.   

Fueron los mejores momentos de Cerro, con la claridad de Julio y la pujanza de "Mingo", pero no lo capitalizó y la lucha se extendió hacia un segundo tiempo en el que las cosas estuvieron parejas, hasta que, al ser expulsado Gilberto Velázquez, Cerro tuvo momentos de presión continua sobre el arco local, en el que el trabajo de Rafael Agüero fue providencial para sacar pelotas hasta con los pies, como una en la que el cabezazo de Bareiro ya era cantado por los parciales azulgranas.   

Terminó el juego con los nervios propios de un equipo que ni juega ni suma en la dimensión que necesita para tranquilizar a su público y su entorno, por lo que los días venideros en barrio Obrero con seguridad serán tensos.   

Por el lado del cuadro rojo, seguir sumando es un hecho importante, sobre todo porque muestra que tiene condiciones para continuar haciéndolo, sin importar la fuerza del rival. El esteño, después de hilar cinco derrotas,  se mantiene invicto desde hace tres partidos, logrando dos victorias por amplio margen y la igualdad de ayer, que traen esperanzas de seguir en primera.
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