Objetivo a la vista

Para Independiente, la obtención de la permanencia en la máxima categoría parece ser solo una cuestión de tiempo, porque su fútbol va directamente relacionado con su ubicación en la clasificación.

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Ayer dio otro importante paso, venciendo con autoridad a Rubio Ñu por 3-1, en Campo Grande.Ya con tantas conquistas, al espectáculo se lo puede considerar como bueno, considerando que la esencia de un partido de fútbol es el gol.

"Inde" pudo mantener un nivel regular, a diferencia del rival que estuvo por más tiempo "desenchufado", a excepción de una parte de la complementaria en la que se puso las pilas, en busca del empate.

Tiro libre, en una zona central. Todos esperaban el servicio aéreo, mientras Fidencio decidió enviar el balón al costado izquierdo, Salinas desbordó, envió el centro y Aguilar puso el 1-0 con un testazo. Cuando una acción como esta sale bien, todas las repeticiones realizadas en las prácticas, quedan plenamente justificadas.

Rubio Ñu adelantado, en una jugada de balón parado. En el rebote, Míchel Romero se llevó el balón, tuvo tiempo y espacio, sus compañeros se la abrieron por ambos costados, decidió por la maniobra personal y estableció el 2-0. Si la jugada no tenía una buena culminación, el chico era un "morfón", pero como marcó, se ganó los aplausos.

Rubio Ñu descontó en el segundo tiempo con un remate de Hobecker desviado a medias por Gómez y definido por Digno González, pero Independiente  liquidó el expediente  con un centro de Schuster convertido en gol.

El dueño de casa justificó plenamente el éxito, frente a un equipo trinidense  que no tuvo un rendimiento equilibrado, con muchos antibajos. Tuvo 13 tiros de esquina, como muestra de su poder ofensivo. El problema es que hubo mucha desproporción entre lo que generó  y lo que concretó. Y así le fue.
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