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Un gran gol de tiro libre de Nelson Romero, a los 9 del segundo tiempo, liquidó al Ciclón.Con mejores argumentos para demostrar que quiere entrar a la lucha por el título, Guaraní hizo suyo el partido frente a Cerro, en su visita a la "Olla" de barrio Obrero.
El "jogo bonito" fue desde el principio del equipo conducido por el brasileño Beto Almeyda. A los 3 minutos, De la Cruz tocó con Aguilar, este cedió para Romero, quien solo frente al arco remató por bajo y el arquero, Barreto, salvó una inminente caída de su valla. El mismo Romero, metiéndose al área entre Núñez y Burgos, nuevamente enfrentó a Barreto, quien otra vez desvió el disparo a quemarropa.
Guaraní siguió llegando con más claridad, como fue su juego en la mayor parte del encuentro, en comparación con el fútbol abúlico, sin sorpresas y sin contundencia en ataque, como fue el de Cerro, a lo largo del partido.
Tardaron en llegar las primeras acciones ofensivas del Ciclón y en ellas nunca hubo la convicción necesaria para doblegar a una sólida defensa aurinegra.
El aporte de Fabbro fue casi nulo en Cerro. De dos tiros libres ejecutados en el primer tiempo, solo el segundo tuvo dirección al arco, pero las manos de Aurrecochea sujetaron la pelota cerca del ángulo izquierdo.
El segundo tiempo mostró nuevamente a Guaraní con mejor despliegue, juego de toques y llegadas quemantes a la portería de Barreto. Los desbordes de Nelson Romero fueron una constante pesadilla para la defensa cerrista. En uno de esos arranques, buscando el área azulgrana, Romero fue tocado con falta por Cardozo, cerca de la medialuna. Del tiro libre se encargó el mismo Romero, con remate de derecha, con efecto, que hizo una curva y se metió en el vértice superior derecho del marco de Barreto, cuya estirada fue estéril. Cerro terminó a los centrazos y con la impotencia de un equipo sin brújula, que una vez más hizo que la "Olla" se llenara de lamentos.
El "jogo bonito" fue desde el principio del equipo conducido por el brasileño Beto Almeyda. A los 3 minutos, De la Cruz tocó con Aguilar, este cedió para Romero, quien solo frente al arco remató por bajo y el arquero, Barreto, salvó una inminente caída de su valla. El mismo Romero, metiéndose al área entre Núñez y Burgos, nuevamente enfrentó a Barreto, quien otra vez desvió el disparo a quemarropa.
Guaraní siguió llegando con más claridad, como fue su juego en la mayor parte del encuentro, en comparación con el fútbol abúlico, sin sorpresas y sin contundencia en ataque, como fue el de Cerro, a lo largo del partido.
Tardaron en llegar las primeras acciones ofensivas del Ciclón y en ellas nunca hubo la convicción necesaria para doblegar a una sólida defensa aurinegra.
El aporte de Fabbro fue casi nulo en Cerro. De dos tiros libres ejecutados en el primer tiempo, solo el segundo tuvo dirección al arco, pero las manos de Aurrecochea sujetaron la pelota cerca del ángulo izquierdo.
El segundo tiempo mostró nuevamente a Guaraní con mejor despliegue, juego de toques y llegadas quemantes a la portería de Barreto. Los desbordes de Nelson Romero fueron una constante pesadilla para la defensa cerrista. En uno de esos arranques, buscando el área azulgrana, Romero fue tocado con falta por Cardozo, cerca de la medialuna. Del tiro libre se encargó el mismo Romero, con remate de derecha, con efecto, que hizo una curva y se metió en el vértice superior derecho del marco de Barreto, cuya estirada fue estéril. Cerro terminó a los centrazos y con la impotencia de un equipo sin brújula, que una vez más hizo que la "Olla" se llenara de lamentos.