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Dos equipos que juegan muy bien al fútbol son los benjamines de la temporada, y que ya habían dado muestras de su gran nivel, se enfrentaron anoche en Ciudad del Este, donde ganó en la agonía el Cerro franqueño, con gol de su mejor jugador, Leonardo Delvalle.
El cuadro local tomó el control de las acciones con los mismos recursos con los que le hizo la vida imposible a Olimpia y le dominó la cancha a Cerro en la Olla, pero sin marcar goles en ambos partidos y cosechando en ellos solo un punto, ante el Decano. El mismo defecto volvió a presentarse esta vez, la preocupante falta de contundencia de sus ofensivos Samudio y Leichtweiss, alimentados ambos por una zona media generadora de juego como hay pocas en el medio, con Delvalle, Duarte, Godoy y Andersen.
Pasó ese momento y llegó la hora de Carapeguá, que puso en la cancha a "Tom" Ortiz y se asoció con Echeverría y Olmedo, para producir un giro brusco en la tenencia del juego, convirtiendo al portero Agüero en gran figura para sostener el cero.
El empate sin goles, un castigo sin dudas para un partido técnicamente muy bien jugado, parecía inamovible, hasta que dos de los mejores actores en el cuadro local se asociaron para acabar con tanta ansiedad de sus aficionados, quienes celebraron como un título la llegada del cabezazo muy bien colocado de Delvalle, tras el centro de Duarte.
Ya no le quedaba tiempo a Carapeguá para evitar la frustración, y quedó sentenciado el triunfo del equipo de Rivera, que redondea un promedio de 1,000, dejando en zona de descenso a Sportivo Luqueño. No es momento para sacar conclusiones en este rubro, pero no deja de ser un dato relevante emergente del anticipo de la cuarta fecha del torneo Apertura.
El cuadro local tomó el control de las acciones con los mismos recursos con los que le hizo la vida imposible a Olimpia y le dominó la cancha a Cerro en la Olla, pero sin marcar goles en ambos partidos y cosechando en ellos solo un punto, ante el Decano. El mismo defecto volvió a presentarse esta vez, la preocupante falta de contundencia de sus ofensivos Samudio y Leichtweiss, alimentados ambos por una zona media generadora de juego como hay pocas en el medio, con Delvalle, Duarte, Godoy y Andersen.
Pasó ese momento y llegó la hora de Carapeguá, que puso en la cancha a "Tom" Ortiz y se asoció con Echeverría y Olmedo, para producir un giro brusco en la tenencia del juego, convirtiendo al portero Agüero en gran figura para sostener el cero.
El empate sin goles, un castigo sin dudas para un partido técnicamente muy bien jugado, parecía inamovible, hasta que dos de los mejores actores en el cuadro local se asociaron para acabar con tanta ansiedad de sus aficionados, quienes celebraron como un título la llegada del cabezazo muy bien colocado de Delvalle, tras el centro de Duarte.
Ya no le quedaba tiempo a Carapeguá para evitar la frustración, y quedó sentenciado el triunfo del equipo de Rivera, que redondea un promedio de 1,000, dejando en zona de descenso a Sportivo Luqueño. No es momento para sacar conclusiones en este rubro, pero no deja de ser un dato relevante emergente del anticipo de la cuarta fecha del torneo Apertura.