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Los municipios deben ser los que encaren todos los proyectos que contribuyan al bienestar de los ciudadanos de cada distrito paraguayo.Normalmente, el poder ejecutivo, vale decir el intendente, y las juntas municipales (el legislativo municipal) promueven las actividades que siempre hicieron: retirar la basura domiciliaria, cobrar impuestos y multas; expedir licencias de conducir y las habilitaciones vehiculares. También, construir empedrados, ordenar el tránsito, pintarrajear calles y árboles de las plazas, organizar alguna actividad social o cultural, ordenar las construcciones y alguna que otra actividad de menor cuantía e impacto local.
EN VILLARRICA
La Municipalidad de Villarrica supo organizar a numerosos feriantes de los mercados y de algunas plazas de la ciudad, con el buen tino de ayudarlos a contar con un nicho comercial eficiente y seguro para la venta de sus frescos productos. Y es lo que debe hacer cada intendente municipal, no digo de los 236 distritos del Paraguay, pero por lo menos de los que son cabezas o capitales distritales. El intendente de Villarrica, el Lic. Darío Ortellado, prometió que el 20 % de los royalties que el Municipio recibe de Itaipú, que ascienden a unos 1.800 millones de guaraníes, y más el aporte municipal irán a formar parte del apoyo económico que su Municipalidad extenderá a los agricultores organizados en comités. Una acción realmente encomiable.
EN ENCARNACIÓN
El Municipio encarnaceno no quedó atrás y hace poco fui invitado por el Departamento Agropecuario de esa ciudad a colaborar con lo que llaman proyectos productivos. El programa abarca, en principio, el fomentar el cultivo del kaa heê, el orégano, la lombricultura, huerta orgánica y plantas medicinales; en las compañías de Santo Domingo, San Pablo, Las Delicias, Curuzú Tomás, Cuatro Potrero, San Luis del Paraná, Pacú Cuá, Santa María, Calle Cero, Pradera Alta, Buena Vista, Uru Sapucai, San Antonio y Sarita. El objetivo apunta a fortalecer los cultivos de renta, con un enfoque agroecológico. Además, se busca diversificar los rubros de renta y de consumo, con productores minifundiarios que a mediano plazo impulsen un plan de desarrollo sostenible para el crecimiento de la ciudad y de los habitantes de la franja rural. El proyecto también abarca la cría de peces y la recuperación de los suelos con abonos verdes. La iniciativa cuenta con la asistencia técnica de un equipo técnico profesional contratado y encabezado por los técnicos Oscar Martínez, Roberto Cañete y Basilio Sawchuk.
CONOCER PARA CRECER
Un intendente debe saber cuántos productores y fincas rurales existen en su distrito; qué volumen de agua potable y leche se consume; cuántos universitarios, estudiantes, alumnos, escuelas y aulas existen en su distrito; qué cobertura sanitaria se hace y cuántos médicos trabajan en su zona; además de tener información precisa sobre qué migración ocurre en su distrito, entre otros. Bien por los Municipios de Villarrica y Encarnación, pues el sector productivo espera el apoyo de sus mandamases locales y ya no se puede seguir esperando la ayuda del Gobierno central, que cada vez es más pobre y esporádica. Si un intendente y su junta municipal no manejan los datos y los problemas, menos sabrán del cómo solucionarlos.
(*) Especialista en producción agrícola.
EN VILLARRICA
La Municipalidad de Villarrica supo organizar a numerosos feriantes de los mercados y de algunas plazas de la ciudad, con el buen tino de ayudarlos a contar con un nicho comercial eficiente y seguro para la venta de sus frescos productos. Y es lo que debe hacer cada intendente municipal, no digo de los 236 distritos del Paraguay, pero por lo menos de los que son cabezas o capitales distritales. El intendente de Villarrica, el Lic. Darío Ortellado, prometió que el 20 % de los royalties que el Municipio recibe de Itaipú, que ascienden a unos 1.800 millones de guaraníes, y más el aporte municipal irán a formar parte del apoyo económico que su Municipalidad extenderá a los agricultores organizados en comités. Una acción realmente encomiable.
EN ENCARNACIÓN
El Municipio encarnaceno no quedó atrás y hace poco fui invitado por el Departamento Agropecuario de esa ciudad a colaborar con lo que llaman proyectos productivos. El programa abarca, en principio, el fomentar el cultivo del kaa heê, el orégano, la lombricultura, huerta orgánica y plantas medicinales; en las compañías de Santo Domingo, San Pablo, Las Delicias, Curuzú Tomás, Cuatro Potrero, San Luis del Paraná, Pacú Cuá, Santa María, Calle Cero, Pradera Alta, Buena Vista, Uru Sapucai, San Antonio y Sarita. El objetivo apunta a fortalecer los cultivos de renta, con un enfoque agroecológico. Además, se busca diversificar los rubros de renta y de consumo, con productores minifundiarios que a mediano plazo impulsen un plan de desarrollo sostenible para el crecimiento de la ciudad y de los habitantes de la franja rural. El proyecto también abarca la cría de peces y la recuperación de los suelos con abonos verdes. La iniciativa cuenta con la asistencia técnica de un equipo técnico profesional contratado y encabezado por los técnicos Oscar Martínez, Roberto Cañete y Basilio Sawchuk.
CONOCER PARA CRECER
Un intendente debe saber cuántos productores y fincas rurales existen en su distrito; qué volumen de agua potable y leche se consume; cuántos universitarios, estudiantes, alumnos, escuelas y aulas existen en su distrito; qué cobertura sanitaria se hace y cuántos médicos trabajan en su zona; además de tener información precisa sobre qué migración ocurre en su distrito, entre otros. Bien por los Municipios de Villarrica y Encarnación, pues el sector productivo espera el apoyo de sus mandamases locales y ya no se puede seguir esperando la ayuda del Gobierno central, que cada vez es más pobre y esporádica. Si un intendente y su junta municipal no manejan los datos y los problemas, menos sabrán del cómo solucionarlos.
(*) Especialista en producción agrícola.