Raleo en una plantación forestal

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El raleo consiste en la eliminación de árboles dentro de la plantación, con la finalidad de manejar las condiciones de competencia mediante la regulación del distanciamiento entre los individuos. Durante el crecimiento de una plantación, el grosor de los árboles aumenta en relación con el espacio disponible. A medida que transcurre el tiempo y el desarrollo de la planta, el ritmo de incremento se reduce mientras que los árboles van molestándose. Con el raleo se favorecen a árboles selectos para la cosecha proveyendo un mayor espacio aéreo y terrestre (que permite mayor oportunidad de captar luz, agua y nutrientes). Mediante el raleo, se redistribuye el espacio de forma regular entre cada vez menos árboles, de acuerdo a cierto criterio de selección basado en el método del raleo.

El crecimiento diametral o en grosor de un árbol es muy sensible a los cambios de densidad o espaciamiento en un rodal, este es el objetivo principal perseguido por el raleo. Sin embargo, también tiene influencia directa e indirecta sobre la calidad de la madera.

En cuanto a la influencia directa sobre la calidad de la madera, el grosor del tronco del árbol determina su grado de aprovechamiento; es por eso que, desde el punto de vista del productor forestal, se constituye en una intervención muy importante.

Cuando tenemos en cuenta el grosor del árbol, no solo se contemplan las dimensiones máximas de espesor y ancho de las piezas a obtener, sino que otros aspectos importantes, tales como, por ejemplo: la proporción de albura y duramen del rollo (es sabido que esta distribución depende el grosor del tronco y que, en estas zonas, la madera posee distintas características tales como el color, densidad, la contracción e hinchamiento, la durabilidad natural y la posibilidad de la manifestación de defectos durante la industrialización).

Cuando el raleo elimina árboles deformados, enfermos o perjudicados por daños mecánicos, apunta a aumentar la cantidad de madera no afectada por manchas, rajado, pudrición, ataque de insectos, entre otros.

De manera indirecta, cuando se procede a ralear normalmente con base en criterios de oportunidad, se evita el desarrollo de árboles con madera de reacción, la cual se produce cuando los árboles se encorvan desplazando la copa por efecto del viento o buscando la luz. Además, se evita la producción de rollizos con médula excéntrica que constituye en desplazamiento del centro del tronco por efecto de la competencia extrema, al carecer de raleo.
Cuando el crecimiento de los árboles va desacelerándose por la reducción del espacio entre ellos, va estrechándose además la tasa de aumento del grosor, debido a que las células de la madera se dividen menos y generan unidades más pequeñas. Este hecho hace que el peso por unidad de volumen de la madera varíe (a un crecimiento rápido se produce madera poco densa y a un crecimiento lento se produce madera con alta densidad). La densidad de la madera tiene importante influencia sobre la dureza, durabilidad natural, propiedades térmicas y eléctricas, propiedades acústicas y las propiedades mecánicas. Cuando no se realizan los raleos regularmente, la diferencia o variación de la densidad de la madera dentro de una pieza hace más difícil el aserrado, laminado y el secado artificial.
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