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Empató 1-1 con el Sportivo Luqueño y deberá seguir rogando para evitar su descenso a la división Intermedia.El Sportivo Luqueño propuso un esquema cauteloso, en el inicio del partido, pero se percató de las deficiencias del cuadro local y se animó a buscar la victoria. Un "taquito" de Luis Ovelar fue a pegar en el travesaño, mientras que Juan Raponi desequilibró con su velocidad por la zona izquierda, donde el aporte de Sergio Escalante fue escaso en la marcación.
Cuando corrían 25 minutos del partido, Claudio Vargas tuvo que recurrir a la infracción para contener al argentino Raponi y el árbitro Mario Díaz de Vivar, sancionó correctamente la pena máxima, la cual transformó en gol Ángel Ortiz para el auriazul. El peso ofensivo de Luqueño fue constante, ante el desorden táctico y falta de marca del 3 de Febrero, y comenzó a emerger la figura de su golero Rafael Agüero para desviar una pelota de gol de Ovelar, antes de culminar la primera fracción.
Los dirigidos por Luis Blanco no tenían otra alternativa que salir a buscar el arco rival en el segundo tiempo, pues la derrota lo mandaba directamente a la división Intermedia. Con Francisco Silva en el equipo, el local cambió de dispositivo táctico, del 4-3-1-2 pasó al 3-5-2, con el cual le posibilitó tener el dominio del esférico, ante un Luqueño que se metió atrás y trató de cuidar como sea la ventaja que obtuvo en el primer tiempo, y apeló a algunos contragolpes que pudieron haber sentenciado el partido.
Pero rápidamente César Cáceres Cañete estableció la esperanzadora paridad con un potente remate desde la cabecera del área grande, tras la vacilación defensiva del conjunto Luqueño. Con esa anotación creció más futbolísticamente el cuadro fronterizo que pasó a dominar las acciones y estuvo muy cerca de la segunda conquista.
A la emocionante final se sumó la desastrosa actuación del joven árbitro Mario Díaz de Vivar, quien tuvo que rever su postura, tras expulsar a Yimmi Cano, del cuadro auriazul. Primero le mostró la tarjeta amarilla, seguida de la roja, pero le permitió seguir en la cancha, tras consultar con sus asistentes, quienes le indicaron que el citado jugador no había sido amonestado anteriormente.
Pero posteriormente volvió a equivocarse, cuando Agüero cometió una infracción, pero el juez le mostró la tarjeta roja al defensa central Arnaldo Pereira. Totalmente desorientado, intentó corregir su falencia y amonestó a Rafael Agüero, quien realizó una tapada espectacular en las postrimerías del cotejo, que les hubiera dado el triunfo a los luqueños.
La suerte de "3" depende de Luqueño, que debe perder los dos partidos que restan, y que los rojos triunfen los dos que quedan, para que disputen juegos definitorios por la permanencia.
Cuando corrían 25 minutos del partido, Claudio Vargas tuvo que recurrir a la infracción para contener al argentino Raponi y el árbitro Mario Díaz de Vivar, sancionó correctamente la pena máxima, la cual transformó en gol Ángel Ortiz para el auriazul. El peso ofensivo de Luqueño fue constante, ante el desorden táctico y falta de marca del 3 de Febrero, y comenzó a emerger la figura de su golero Rafael Agüero para desviar una pelota de gol de Ovelar, antes de culminar la primera fracción.
Los dirigidos por Luis Blanco no tenían otra alternativa que salir a buscar el arco rival en el segundo tiempo, pues la derrota lo mandaba directamente a la división Intermedia. Con Francisco Silva en el equipo, el local cambió de dispositivo táctico, del 4-3-1-2 pasó al 3-5-2, con el cual le posibilitó tener el dominio del esférico, ante un Luqueño que se metió atrás y trató de cuidar como sea la ventaja que obtuvo en el primer tiempo, y apeló a algunos contragolpes que pudieron haber sentenciado el partido.
Pero rápidamente César Cáceres Cañete estableció la esperanzadora paridad con un potente remate desde la cabecera del área grande, tras la vacilación defensiva del conjunto Luqueño. Con esa anotación creció más futbolísticamente el cuadro fronterizo que pasó a dominar las acciones y estuvo muy cerca de la segunda conquista.
A la emocionante final se sumó la desastrosa actuación del joven árbitro Mario Díaz de Vivar, quien tuvo que rever su postura, tras expulsar a Yimmi Cano, del cuadro auriazul. Primero le mostró la tarjeta amarilla, seguida de la roja, pero le permitió seguir en la cancha, tras consultar con sus asistentes, quienes le indicaron que el citado jugador no había sido amonestado anteriormente.
Pero posteriormente volvió a equivocarse, cuando Agüero cometió una infracción, pero el juez le mostró la tarjeta roja al defensa central Arnaldo Pereira. Totalmente desorientado, intentó corregir su falencia y amonestó a Rafael Agüero, quien realizó una tapada espectacular en las postrimerías del cotejo, que les hubiera dado el triunfo a los luqueños.
La suerte de "3" depende de Luqueño, que debe perder los dos partidos que restan, y que los rojos triunfen los dos que quedan, para que disputen juegos definitorios por la permanencia.