Transferencia de embriones en bovinos

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La transferencia de embriones es una técnica para el mejoramiento genético del ganado que actualmente está siendo muy difundida en nuestro país, debido a los buenos resultados obtenidos. En un material realizado en la Granja Guarapí de Yaguarón, el Dr. José Frutos nos explicó cómo se realiza el trabajo y su importancia para el mejoramiento tanto del ganado lechero como del de carne.

En condiciones normales, cada vaca produce una sola cría al año, lo cual significa que cuando mucho producirá de 6 a 8 terneros en su vida. A través de la inseminación artificial, se pueden obtener innumerables crías de un toro. Con la transferencia de embriones, se ha llegado a obtener más de cien crías de una vaca durante su vida productiva, lo cual facilita el mejoramiento genético, con el consecuente incremento de la producción de carne y/o leche.

QUÉ ES
La transferencia de embriones está dentro de un marco de mejoramiento genético y se puede hacer tanto en fresco como también en forma congelada. El trabajo consiste en superovular vacas élite de alta producción, para poder multiplicar esa genética.

La superovulación de la vaca permite que ésta, en vez de ovular una sola vez y producir un embrión por año, con la estimulación produzca mayor cantidad de óvulos, que puede así llegar a los 10 ó 12. Posteriormente, se insemina a las vacas, y 7 a 8 días después, los profesionales encargados del protocolo de trabajo se encargan de realizar la colecta de embriones.

EQUIPOS NECESARIOS
Los equipos utilizados para la transferencia de embriones son sencillos y la mayoría son descartables. Básicamente son: sueros enriquecidos, catéter, vía, estilete, filtros, guantes de hule y de goma, micropipeta de manipulación de embriones. En tanto que para realizar los trabajos de laboratorio, se utilizan lupas estereoscópicas, congeladora de embriones y algunos medios.

HEMBRAS DONANTES
Tenemos que definir que hay dos tipos de vaca que se necesitan para desarrollar el trabajo de transferencia de embriones. Por un lado están las donantes, que son vacas élite y que son las dadoras de genética. El proceso de selección de donantes es uno de los procesos más importantes, porque aunque se pueda tener la vaca más productora de leche, o la mejor en un juzgamiento, puede ser que a la hora del trabajo ella no responda a un proceso de superovulación hormonal que permita colectar la mayor cantidad de óvulos. Una vez seleccionadas, a las hembras se les efectúa un chequeo reproductivo, ginecológico; también ecografía a los ovarios y del útero para ver si está en condiciones de ser tratada.

HEMBRAS RECEPTORAS
Por otro lado, están las hembras receptoras, que son vacas que no aportan nada genéticamente dentro del proceso de la transferencia, sino que sirven como recipientes. Sin embargo, las mismas tienen que estar libres de enfermedades reproductivas, y ser candidatas a buenas madres porque van a tener que amamantar y destetar después a los terneros.

LAVADO
Para realizar el lavado o colecta de embriones, se utilizan sueros enriquecidos con proteínas y nutrientes junto con medios de colecta, los cuales deben dar un confort al embrión que es colectado. Para realizar el trabajo, se utiliza una vía que es de circuito cerrado, que actúa de la siguiente forma: por uno de los catéteres hay que introducir el medio dentro del útero, y por el otro catéter, se debe extraer el medio que fue preparado para colectar el líquido, que a su vez es pasado por un filtro. Este catéter tiene un cinto que deja pasar el medio que viene del útero, dejando aprisionados a los embriones que luego van a ser evaluados en el laboratorio.

EN EL LABORATORIO
Una vez colectados los embriones, éstos son llevados al laboratorio, ubicados y preparados en un lugar limpio dentro del establecimiento. Los filtros que fueron utilizados para el lavado son llevados al laboratorio para luego trasladar los embriones atrapados a las placas de petri.
La persona encargada de realizar la selección o búsqueda de los embriones utiliza un microscopio y una placa de petri grande cuadriculada, para poder hacer campo y buscar los embriones. Una vez que encuentra un embrión, la persona pasa el cuerpo encontrado de la placa de petri grande a otra placa que tiene un medio que almacena y mantiene el embrión y evita su contaminación. Luego, los embriones son clasificados en buenos o malos. Los embriones buenos son lavados nuevamente y son cargados en unas pajuelitas parecidas a las utilizadas para semen, que se utilizan para la transferencia en fresco.

FRESCO Y CONGELADO
Es importante recordar que el trabajo de transferencia de embriones se puede realizar en fresco, como también mediante embriones congelados. En este caso, el procedimiento descripto corresponde al que se realiza en fresco y, como siempre decimos, el mejor lugar donde puede estar un embrión es el útero de la vaca. Desde que obtenemos el embrión hasta el momento de la aplicación a la vaca receptora, no deben transcurrir más de dos horas, ya que el embrión sigue viviendo, pero va disminuyendo su supervivencia.

Lo mismo sucede cuando se va a congelar. En este caso, el embrión no puede pasar más de una hora fuera de su ambiente, y rápidamente debe ser llevado a otro medio de preservación que es para mantener a los embriones latentes.

PORCENTAJE
DE PREÑEZ
De cada 100 vacas transferidas en fresco, los porcentajes de preñez oscilan normalmente entre el 50% y 60%, y cuando son embriones congelados, estamos hablando de 40% a 50%.
Durante el proceso de congelado, los embriones van perdiendo células germinales y sufren daños durante dicho proceso; por eso los porcentajes son más bajos.

Normalmente se dice que la transferencia de embriones es el mejor método para avanzar en genética, porque a diferencia de la inseminación artificial, se avanza a través del toro padre que se utiliza a través de la pajuela y se avanza en un 100%, ya que la vaca es buena y el toro es superior.

TERMINADA
LA TRANSFERENCIA
Una vez realizado el trabajo de transferencia de embrión a la vaca receptora, ésta es enviada a un buen potrero en donde se le suministra buena alimentación, cuidando de que sufra el menor estrés posible, porque se encuentra en el primer período de preñez, en el cual se da la mortalidad embrionaria.

Después, a los 30 días, se hace una primera ecografía, para detectar las preñeces, pero más importante que esto es detectar las vacías, que son aquellas que no quedaron preñadas, ya que a causa de ellas podría retrasarse todo el esquema de producción existente en el tambo. Entonces se busca preñar nuevamente a la vaquilla o utilizarla como donante.

Posteriormente, a los 90 días, se vuelve a chequear las preñeces para ya dar un diagnóstico final de preñez. En ese momento, se aprovecha para aplicar al animal una vacuna viral reproductiva, para evitar tener pérdidas.

RESULTADO FINAL
En este trabajo hay muchos factores que pueden influir en el éxito del trabajo, como por ejemplo el protocolo, la calidad de las donantes, las receptoras; y la calidad del semen, pues se debe utilizar semen de altísima fertilidad.
Tal vez los resultados finales de una transferencia de embrión se vean recién una vez que nazcan los terneros, y luego cuando les llegue la edad de expresar su potencial productivo, como por ejemplo al quedar preñadas, empezar a parir y obtener buenos ejemplares.

(*) Especialista en
reproducción animal.
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