Y un día el Mariscal volvió

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La Albirroja y el Club América jugaron observados por una multitud en el estadio Azteca de Ciudad de México y brindaron un emotivo homenaje a quien fuera estrella de ambos: Salvador Cabañas. El "Mariscal" recibió el reconocimiento de jugadores, dirigentes y el público que reiteradamente coreó su nombre.

Histórico y emotivo fue el homenaje que ayer recibió Salvador Cabañas, el "Mariscal", en el estadio Azteca donde vistió la casaca de sus dos amores: La Albirroja y la de América de México, club en el que jugaba cuando fue víctima de la agresión. Sus amigos y colegas se juntaron, los dirigentes organizaron y el público adornó el escenario poblando las gradas del imponente Azteca y coreando el nombre del que sigue siendo ídolo de multitudes.

Una misa y entrega de recuerdos al emocionado homenajeado precedieron al inicio del lindo pretexto elegido para demostrar a un grande que sigue estando presente en los corazones de sus admiradores. Después, el "Mariscal" se puso el brazalete y con la casaca 10 de América volvió a la cancha recibiendo una ovación. Fueron 8 minutos iniciales en los que dio muestras que el milagro existe y que sus rasgos de talentoso no se han extinguido. Salió despidiéndose con un remate de derecha que pasó cerca del arco defendido por Joel Silva.

El partido continuó con la estrella en el banco, esperando el momento de volver a deleitar. Y lo hizo.

Al reiniciarse el partido, Cabañas ingresó esta vez con la Albirroja, siempre con el número 10 y con el brazalete de capitán. Hizo un par de buenos pases y nuevamente se despidió, esta vez al completar la decena de minutos, con un remate potente. Fue un emotivo día que quedará en el recuerdo por el retorno de un ídolo y por el estreno de "Chiqui" Arce como DT albirrojo.
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