El 14 de octubre de 2001, Diego participó de una batalla campal durante un partido oficial animado por su equipo y San Lorenzo, en el estadio "Feliciano Cáceres". Por esa razón, el defensor recibió una suspensión por 20 meses, mientras que otros dos futbolistas, el auriazul Pánfilo Escobar y el "rayadito" Emilio Aldama, tuvieron un castigo mayor (30).

Tras cumplir 10 meses de inhabilitación, el tribunal liberó a Martínez, quien a poco de reintegrarse al plantel el año pasado sufrió una lesión en la rodilla, que lo apartó de las canchas por un buen tiempo.

El sábado último, el "travieso" zaguero fue expulsado ante el 12 de Octubre al cometer una falta considerada de "último recurso" y lejos de recibir cuestionamientos, Jacquet lo valoró.

El DT expresó que no por el hecho de ser expulsado, un jugador debe merecerse un castigo. El orientador confesó que siempre y cuando la descalificación se justifique, no hay problema. "Lo que no acepto es que el futbolista ande metiendo patadas de atrás, codazos y escupitajos", significó el técnico, quien añadió que "Diego es muy importante para el equipo, es un jugadorazo y sobre todo, un ganador".

Los elegidos: El miércoles se realizó el segundo partido entre los profesionales y los seleccionados de las inferiores. Jacquet escogió a tres chicos para trabajar con el plantel superior: Reinaldo Román, Julio Paniagua y Hugo Sánchez. En caso de confirmar todo lo insinuado, Román hasta podría cubrir la plaza vacante (de Martínez), la de lateral izquierdo.