El fútbol, para volver a ilusionar a los jóvenes

En el Centro de Promoción para el Desarrollo Humano Casa Virgen de Caacupé se desarrollan dos proyectos de la Fundación Real Madrid: el primero busca la reinserción social de jóvenes condenados por la justicia y el otro es ofrecer una formación educativa.

Carlos Escudero de Burón, uno de los patronos vitalicios de la Junta de Fundadores al igual que Rafael de Lorenzo García, Jesús de Lucas Casas y el fallecido Alfredo Di Stefano, explicó a ABC Color de qué tratan los proyectos.

La Fundación del Real Madrid es “un proyecto creado hace 18 años, como una prolongación de lo que es la historia del Real Madrid. Se trataba de hacer frente a la responsabilidad social y corporativa del club y se entendió que a través de una fundación podíamos, sobre todo a los más débiles, que son sin dudas los niños con riesgo de exclusión social”.

Escudero indicó que actualmente existen 250 escuelas en el mundo fuera de España y que en el país europeo “hay otros 150 proyectos”. “Pero fuera de España estas 250 escuelas acogen a cerca de 50.000 niños de la calle, niños que podían tener un riesgo de acabar en una situación de delincuencia”. En América “hay 150, las otras 100 están en África, Asia, Australia e incluso Europa”.

En este plan, la pelota es algo fundamental. Escudero contó que “el futbol es como un arma de convivencia, un arma de desarrollo personal. El fútbol requiere esfuerzo, requiere compañerismo, requiere generosidad”.

Se llevan a cabo “dos proyectos unidos en una misma instalación muy bonita. Hay un proyecto para niños que tienen una pena por delincuencia y que todavía no están en edad para ingresar en los centros penitenciarios. A través de un programa los intentamos recuperar para la sociedad. Hacen trabajos de jardinería, carpintería, etc. y el fútbol es como complemento de estos valores”.

Previamente, “los muchachos que quieren acceder a esto deben ser examinados por psicólogos que decidan que efectivamente son recuperables. Hay casos que desgraciadamente son difíciles. En este proyecto ya pasaron 240 muchachos y tenemos la satisfacción de decir que solo dos se fugaron. Es un régimen abierto”.

Este programa desea que se “vuelva a tener la ilusión. Hay muchos jóvenes que han perdido la ilusión. La vida es dura para ellos, no ven futuro y delinquen, roban o entran en el mercadeo de drogas, etc. De esta manera ellos ven otro proyecto de vida”.

El otro proyecto consiste en brindarles formación académica a “más de 300 niños de la zona en el área donde se ha establecido esta institución (…). Estos niños reciben esa formación de colegio. No solo a ellos sino a sus madres también”.

Escudero aclaró que, mediante esto, y como fundación “no buscamos cantera, no buscamos joyas del fútbol. Buscamos reintegrar a niños que tengan riesgos de exclusión social”.