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El martes 29 de junio de 2010, Paraguay por fin pudo vencer la barrera de los octavos de final de una Copa Mundial. En el estadio Loftus Versfeld, de Pretoria, la Albirroja y Japón se enfrentaron por un cupo entre los ocho mejores del mundo.
Tras avanzar como primero en el Grupo F y dejar afuera a Italia y Nueva Zelanda, Paraguay midió a los asiáticos en los octavos de final. El partido se definió por la vía de los penales ya que la paridad sin goles reinó en el tiempo normal y en la prórroga.
El cuadro paraguayo arrancó con: Justo Villar; Carlos Bonet, Antolín Alcaraz, Paulo Da Silva, Claudio Morel; Cristian Riveros, Néstor Ortigoza, Enrique Vera, Édgar Benítez; Lucas Barrios y Roque Santa Cruz. Posteriormente, Gerardo Martino ordenó el ingreso de Óscar Cardozo, Edgar Barreto y Nelson Haedo.
El DT japonés Takeshi Okada puso en cancha a: Eiji Kawashima; Yuki Abe, Yuji Nakazawa, Marcus Tulio, Yuichi Komano; Yuto Nagatomo, Yoshito Okubo, Yasuhito Endo, Makoto Hasebe, Daisuke Matsui, Keisuke Honda. Después entraron: Shinji Okazaki, Keiji Tamada y Kengo Nakamura.
La Albirroja, que arrancó pateando, convirtió sus cinco tiros. Barreto, Barrios, Riveros, Haedo y Cardozo no fallaron. Endo, Hasebe, y Honda marcaron mientras que Komano estrelló el tercer remate japonés por el travesaño.
Con el 4-3 a favor, Cardozo se hizo cargo del quinto tiro paraguayo, su zurda hizo el resto y Paraguay festejó por primera vez su clasificación a los cuartos de final.