Incredulidad, tristeza y rabia en Italia

“El árbitro decidió el partido. Personalmente estoy decepcionado, pero tengo que reconocer que Italia jugó mal”, lamentó con tono triste el boloñés Maurizio, de 70 años, quien siguió con los dedos cruzados el partido desde una pantalla gigante instalada en el corazón de la Roma antigua, el Foro Imperial.

“¡No, no, no puede terminar así!”, clamaba un grupo de hinchas que esperó con el corazón en la mano hasta el último segundo que Italia lograra empatar con Uruguay y evitar la eliminación por 1-0.

“Vine hasta Roma para seguir a la selección y nada. Estoy furiosa”, gritó molesta la joven Clara.

“Faltó malicia, velocidad, táctica, fuerza”, comentó por su parte David, mientras Domenico reconoció que Italia no contó con el mordiente suficiente.

“Merecido que Italia perdiera y merecido que Uruguay ganara. Porque es un gran equipo”, comentó Luca, 23 años, con la voz ronca de hinchar por la Azzurra, que jugó con diez jugadores la última media hora por expulsión del volante Claudio Marchisio por una falta a Egidio Arévalo Ríos.

La decisión del árbitro mexicano Marco Rodríguez de no sancionar al delantero uruguayo Luis Suárez por haber mordido al parecer un adversario generó controversia no sólo entre los hinchas sino también entre los periodistas deportivos italianos.

“Suárez es uno de los mejores futbolistas del mundo, pero es un monstruo, un animal. Ya había protagonizado incidentes similares”, aseguró Luca, mientras la televisión repitió en varias ocasiones las imágenes del supuesto mordisco.

En el minuto 70 del partido, con 0-0 aún en el marcador, Suárez pareció morder en el hombro izquierdo al defensa italiano Giorgio Chiellini, que posteriormente se retiró la camiseta para mostrar al árbitro la supuesta marca dejada por la dentadura del delantero charrúa.

Desde Brasil, el entrenador de la selección italiana Cesare Prandelli, anunció que renuncia a su cargo, tras lo que la prensa ha llamado “la Caporetto” del fútbol italiano, al mencionar a una de las peores derrotas sufridas por Italia a inicios siglo XX.

Por segunda vez consecutiva Italia quedó eliminada en la primera fase del Mundial después de haber logrado el título en Alemania-2006.

Italia es el tercer campeón del mundo europeo que se despide del Mundial de Brasil tras España e Inglaterra.