La mano que no vio Aquino

El clásico 300 del fútbol paraguayo tendrá como juez a Éber Aquino, quien pitará un Cerro Porteño-Olimpia por cuarta vez en su carrera. En el historial, el Decano ganó dos veces y el Ciclón en una ocasión. El árbitro debutó en un duelo entre los grandes del país en octubre del 2015, cuando el Franjeado derrotó 3-1 al Azulgrana y parecía encaminar consagración en el Clausura. Pero el final del campeonato tuvo un giro inesperado: los equipos de Francisco Arce y Gustavo Florentín fueron a una finalísima para definir al campeón.

Aquino fue nuevamente designado para el superclásico, que se convirtió en uno de los más polémicas por una decisión del referee. En una acción del primer tiempo, Fidencio Oviedo evitó un gol de Miguel Paniagua con la mano: el volante cerrista cruzó con intención el brazo izquierdo hacia la dirección de la pelota. El juez acudió directamente al asistente uno, Roberto Cañete, quien estaba mejor ubicado, y este marcó tiro de esquina, una situación que ratificó el principal. La protesta de los jugadores de Olimpia fue generalizada, pero el juego se reanudó con un córner, cuando debió ser penal para Olimpia y expulsión del mediocampista del Ciclón.