La vigencia del goleador

Los que conocen y gustan de los buenos vinos aseguran que en algunos casos los mismos se ponen mejor con el paso de los años.

Cuando se habla del delantero uruguayo Hernán Rodrigo López podría decirse lo mismo.

El delantero nacido en Montevideo hace 36 años demostró el lunes que, pese al paso de los años, ese instinto goleador sigue intacto. De hecho, parecería ser que se ha refinado aún más.

López llegó a principios de año a Libertad para dar inicio a su segundo ciclo con el equipo de Tuyucuá, tras un 2013 de contrastes para él.

Su regreso al fútbol paraguayo se había producido en el segundo semestre de 2012. En aquella oportunidad fichó por Cerro Porteño como la esperanza de gol para el equipo dirigido por Jorge Fossati.

Sin embargo, una serie de lesiones lo terminaron marginando del plantel.

Después llegó la era de Francisco “Chiqui” Arce y nuevamente las lesiones y la decisión del técnico lo dejaron afuera.

Terminó pasando al Sportivo Luqueño para el Torneo Clausura. Su condición era que iba a ir tomando ritmo pero teniendo minutos dentro del campo de juego.

Respondió haciendo una gran cantidad de goles y terminando el año como uno de los goleadores del torneo y uno de los artífices de la salvación auriazul.

El domingo tuvo una pequeña revancha personal.

López se enfrentaba al equipo en el que no pudo cumplir con las expectativas y del que salió molesto.

El charrúa se despachó con tres goles para darle la victoria al Gumarelo sobre el Ciclón sellando la victoria albinegra por 3-1.

Y gritó cada gol con toda la fuerza posible, dedicándoselos a la hinchada que acompañó a su equipo.

Con los tres goles que consiguió la noche del domingo, Rodrigo López pasó a liderar la tabla de goleadores con seis anotaciones en las cinco fechas.

Además, dio el envión para que Libertad se mantenga como solitario líder del campeonato con 13 puntos.

Ro Ro ha demostrado -una vez más- que sigue muy vigente.

Fotos: Rudy Lezcar, Gustavo Báez y David Quiroga, ABC Color.