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La ministra de Deportes, Sussan Ley, y el presidente de la comisión de deportes australianos (ASC), John Wylie, escribieron a 30 organizaciones deportivas amenazándoles con reducir las subvenciones si no cumplen este principio de igualdad.
“No vemos ningún argumento destacado para justificar que en 2016 las deportistas y los deportistas viajen en dos clases diferentes y se alojen en hoteles de diferente categoría en las grandes competiciones internacionales”, señaló la ministra en la carta.
La federación australiana de básquetbol fue criticada en los medios después de que se desvelara que la selección masculina había viajado en clase ’business’ a los Juegos de Londres 2012, mientras que la femenina viajó en económica. Posteriormente el equipo femenino completó una mejor actuación que el masculino en los últimos Juegos.
“La ASC propone desde ahora una política no sexista en materia de viajes para las grandes competiciones, una condición para que invierta en uno o en otro deporte”, añade la carta. ASC destina al deporte unos 134 millones de dólares australianos (86 millones de euros). “Francamente me produjo repulsión saber que chicos y chicas no viajaban con el mismo nivel de comodidad”, añadió la ministra.