Rafael Bobadilla: Goles y talento inolvidables

Corría el año 1963 y Rafael Bobadilla Orrego venía al mundo. Ese año Cerro Porteño se consagraba campeón y papá Juvencio se acoplaba a la fiesta azulgrana: ‘‘Papá en ese entonces era un seguidor de Cerro Porteño -nos dijo, mostrándonos un cuadro en colores de los campeones del ’70- y nosotros nos íbamos tras él en los partidos’’, recordó.

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Luego transcurrieron los años y siguiendo los pasos del excelente hermano y arquero llegó al Olimpia, para iniciar sus primeros partidos con la franja negra en la Escuela de Fútbol (1975). Fue adquiriendo destreza y dominio del balón y acomodando las dos piernas para los chutes desde fuera del área. Piernas que manejaría luego con una calidad y sutileza que solo los privilegiados tienen. Porque Rafael empezaba a ser un hábil muchacho lleno de talento y calidad, empezando a marcar goles impresionantes y dar muestra de una gran habilidad desde el medio para adelante, convirtiéndose en un goleador imprescindible. El club Olimpia ganaba otra futura estrella.


EL DEBUT A LOS 15 AÑOS Y LOS MUCHOS LOGROS EN SU JUVENTUD

Tenía 15 años cuando decidieron hacerle debutar. Año 1979 y el Capitán Figari, campeón de Ascenso, recibiría esa tarde dos goles del debutante quinceañero, dejando secuelas de que estaba hecho para grandes cosas. Ese año 1979, inolvidable para los olimpistas, que conquistaron por vez primera la Copa Libertadores de América. La Intercontinental y otros títulos, dando muestra de su grandeza, que luego lo repetirían en el año 1990 (Copa Libertadores de América), reprisando el ‘‘tri’’ en sus largos 100 años de existencia, buscando antes de la Navidad del año 2002 de nuevo la Intercontinental, en Yokohama, Japón.

Este joven 10, apodado ‘‘Rafa-Gol’’, por sus goles impresionantes y una calidad única para hacerlo fácil en la cercanía del área, empezó a ser figura mimada de la hinchada y durante varias temporadas dio muestra de esa categoría, ‘‘a pesar de que decían de mi que era indisciplinado, no lo niego, pero fue a causa de mi juventud y las tentaciones de este mundo actual’’, comentó. Pero siguió y venció este mal que enreda al mundo y lo demostró con numerosos títulos y estupendos goles, en donde ‘‘mi mejor año fue el del ’83, cuando convertí 14 goles y fui el artillero del torneo’’, enfatizó.


A OTROS LARES Y EL REGRESO PARA UN ADIOS EN RESISTENCIA

Lo de Bobadilla no se trunca rápidamente y decide buscar otros lugares, donde progresar y demostrar sus grandes cualidades. Ya más maduro viaja a Bogotá, Colombia, para jugar por el club Millonarios, que consigue con su presencia un título tan esperado luego de once años y ‘‘Rafa-Gol’’ es una de sus principales figuras. Con su estrella de campeón consigue ese halago. Luego pasa al Unión de Santa Fe (Argentina, 1987 y ’88), retornando a mitad de año a su recordado Olimpia de Paraguay, sí al ‘‘Rey de Copas’’, en donde ganó y ganaría todo lo que un futbolista espera en su carrera deportiva (1988 y ’89); para pasar luego al San Lorenzo de Almagro de Buenos Aires y ser campeón allí (1990), retornar a Cerro Porteño (1991) y con la azulgrana dar una vuelta olímpica ese año, pero el periplo de Rafael no termina aquí: ‘‘También estuve en Guaraní y en México, regresando en el ’97 para despedirme del Olimpia, pisar tierra boliviana y finalizar mi carrera con Resistencia de Asunción, como campeón de la Intermedia’’, agregó.

Este crack con pasta de campeón y goleador nato, no puede sustraerse a este triunfo que todavía está fresca, en la memoria de los que le vieron jugar, aplaudir sus jugadas y gritar esos goles que hizo el ‘‘Rafa-Gol’’, con gran maestría; porque nació para ser estrella e inolvidable por los goles de grandes facturas que convirtió.

Hoy ‘‘Rafa-Gol’’ empieza a transmitir su talento, categoría y todo lo que aprendió con el fútbol a otros jóvenes, que mucho aprenderán con él.


ALGO MAS PARA CONTAR

Rafael Bobadilla Orrego nació en Asunción (Villa Morra) el 24 de octubre de 1963. Casado con Carla Amabile, con quien tiene un hijo: Junior Rafael (7). Sus padres son: Juvencio y María Esther (+). Hermanos: Víctor (+), Gustavo, Marisa, Mariquita, Mechi, Archi, Alfredo, Wilma y Hugo.

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Inicio: Olimpia de Asunción (1975 al ’89, y 1997). Debut en primera: Año 1979, ‘‘ante el Capitán Figari de Lambaré’’, marcando dos goles en su debut y con 15 años de edad. Otros clubes: Millonarios de Colombia (1987), Unión de Santa Fe-Argentina (1987 al ’88, mitad de año); Olimpia 1988 y ’89, San Lorenzo de Almagro (1990), Cerro Porteño (1991), Guaraní (1992); Universidad Guadalajara (1993, ’94 y ’95), Puebla (1995), Leones Negros (sucursal del América), estos tres clubes de México. Olimpia (1997), The Strongest de Bolivia (1998) y Resistencia de la Chacarita (1999).

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Selección paraguaya: Juvenil 1980 y ’83. Mayores: Eliminatorias para México 1986.

Títulos: Exacampeón con el Olimpia (1978; empezó en 1979, ’80, ’81, ’82 y ’83). También en los años 1988 y ’89; y 1997. Campeón de la Copa Libertadores de América 1979 e Intercontinental y vicecampeón en 1989 (primero fue el Nacional de Medellín Colombia). Con Millonarios de Bogotá, campeón 1987 (luego de 11 años de espera), San Lorenzo de Almagro-Argentina (1990) y campeón de la División Intermedia con Resistencia de Asunción (1999).

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Característica: Un 10 fenomenal, que desde el medio para arriba lo hacía todo fácil. Talentoso, hábil y definidor nato. Estatura: 1,76 Peso: 75 kilos. Sobrenombre: ‘‘Rafagol’’
Goleador absoluto de la temporada 1983 con 14 goles convertidos
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Actualidad: ‘‘Estoy trabajando con la empresa deportiva SOCCER BEST LATINA, buscando jugadores talentosos, libres, para prepararlos física, técnica y tácticamente, y transferirlos en nuestro fútbol o al extranjero’’, puntualizó.

Estuvimos por el Jardín Botánico y comprobamos la excelente asistencia (más de 50 jóvenes) de futuras estrellas, trabajando a conciencia y con mucho entusiasmo, bajo el mando del profesor Rafael Bobadilla.

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¿Tu mejor momento?: ‘‘En el año 1983, cuando fui goleador del campeonato’’ (Y fueron goles estupendos, con sus escasos 19 años de edad).

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¿Un gol elegido?: ‘‘Elijo el que le hice a Acazuzo, por Copa Libertadores, luego de una triangulación entre Solalinde, Talavera y Pangrazio, de media volea le pegué al arco fracturándole al arquero tres dedos de la mano’’, enfatizó. Y no solo fue ese gol, otros impresionantes y estupendos que hicieron que se le dijera: Rafa-gol. Si habría que elegir uno, en todo ese manual de goles fantásticos que hizo, el hincha no sabría cuál escoger, para ponerlo en una galería de los grandes goles del fútbol paraguayo.

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¿Jugaste en otro puesto?: ‘‘En una oportunidad el profe Cubillas me preguntó si podría jugar de carrilero y le dije que sí, haciéndolo en un partido de Copa Libertadores, ante el Flamengo. Me tocó marcarle a Ze Sergio y me fue bien porque ganamos 1-0. Fue la única vez, ya que luego volvió Solalinde, el infaltable y dueño del puesto’’, agregó. Y Rafael tuvo que volver a ponerle talento y goles a esa delantera extraordinaria de entonces.

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¿Qué les aconsejás a los jóvenes?: ‘‘Aprendí que el fútbol no es para siempre. Entonces les pediría que practiquen deportes y estudien; o que trabajen y no se metan en esas cosas raras que hoy tiene esta vida, en donde la muestra de todo esto es palpable, en este mundo descontrolado. Los vicios, las trasnochadas, la vida fácil le lleva a uno por el mal camino. Que no se metan en esto y serán grandes triunfadores en el deporte y estarán en el camino de Dios y la vida sana’’, afirmó.

Mientras finalizaba esta nota, las futuras estrellas finalizaban también el trabajo físico, técnico y táctico de la tarde, bajo la ‘batuta’ del Rafa-Gol, acoplado hoy a SOCCER BEST LATINA.

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