El domingo aparecerá la gran biografía de Manuel Gondra

En muchos sentidos, Manuel Gondra fue un hombre asombroso que emergió con una estatura intelectual superior en el escenario de un Paraguay pobre de toda pobreza a finales del siglo XIX.

Cargando...

Su biografía, escrita por el doctor Ricardo Caballero Aquino, aparecerá el domingo de Pascuas con el ejemplar de ABC Color, en el marco de la Colección Protagonistas de la Historia, la serie publicada por la Editorial El Lector. Caballero Aquino, en la primera parte de la entrevista que mantuvimos con él respecto a este nuevo libro suyo, se refiere a Gondra y su gran capacidad intelectual.–¿Cuál es la relevancia de Manuel Gondra en la historia cultural y política del Paraguay?   

–Considerado por sus contemporáneos como el paraguayo más ilustrado de toda nuestra historia, el juicio no es exagerado si se analiza su obra crítica publicada en periódicos locales entre 1894 y 1900. Sus discursos como su defensa de los intereses paraguayos son antológicos en nuestra historia diplomática. En 1904, a la firma del Tratado de Petrópolis por el que Bolivia donó al Brasil todo el territorio del acre (165.000 km²) a cambio de dos millones de libras esterlinas, vetó al Brasil el reconocimiento de soberanía boliviana sobre territorio en litigio con el Paraguay. Y luego está su obra postrera, "Defensa del Pilcomayo". En ambos casos, los escritos fueron firmados por los cancilleres, pero provenían de la pluma de Gondra.   

–Manuel Gondra nació en Buenos Aires. ¿Cómo  llegó a ser presidente de la República?  

–Vivió en Buenos Aires solo sus primeros dos años de vida. El Art. 131 de la Constitución de 1870 otorgaba la ciudadanía paraguaya natural a los hijos de madre o padre paraguayos con "solo avecindarse en el país". Nadie cuestionó su patriotismo ni su nacionalidad hasta más tarde cuando en la era nacionalista fascista, el lugar de nacimiento comenzó a ser considerado clave. Era parte del discurso patriotero, "antilegionario" de Stroessner y su claque.   

–¿Cómo fue su formación para que llegara a ser tan brillante intelectualmente?  

–Consulté sobre el particular con alguien que realmente también transcendió las limitaciones del medio para erigirse en un monumental intelecto, el Prof. Lorenzo Livieres Banks, y ambos llegamos a la conclusión de que Gondra dedicó inmensas horas a la lectura comprensiva, repetida y cognoscitiva de cuanto libro caía en sus manos. Así fue un descomunal crítico de artículos históricos y en sus obras despanzurró los escritos de Manuel Domínguez y lo reveló como lo que era, un simple charlatán de feria que afirmaba cosas temerarias y muy erradas. De chiquilín, Gondra hizo análisis críticos de los nombres más sonados de su época: Blas Garay, Alejandro Audivert y José Segundo Decoud. Había que tener coraje y bagaje intelectual para enfrentarse a los monstruos. Ninguno de ellos lo refutó.   

–¿Por qué  no concluyó ningún estudio?  

–Era pobre en el sentido de que necesitó trabajar para vivir. A los 18 años y aún estudiando erráticamente en la secundaria ya fue nombrado Secretario General de la novel Universidad Nacional a su fundación en 1889, trabajando directamente con el Dr. Ramón Zubizarreta, héroe civil intelectual que nos legó la universidad con la que los paraguayos soñaban desde la era colonial. Después de graduarse de la secundaria en 1900 para iniciar la carrera de Derecho, creo que encontró al profesorado inusualmente chato, caprichoso y de pocas luces. El profesor Livieres Banks me confesó que por la misma razón él nunca concluyó la carrera de Derecho, aunque hoy es el más afilado hermeneuta de leyes en nuestro país. Después vinieron otras ocupaciones y preocupaciones para Gondra como ser la revolución para destronar a los colorados con más de treinta años en el poder.   

–¿Fue Gondra tan buen orador como escritor?  

–Es que lo uno precedía a lo otro. Un buen orador prepara minuciosa y cuidadosamente sus palabras. Churchill parecía improvisar, pero su "improvisación" era un producto final con muchos borradores escritos.
Enlance copiado
Content ...
Cargando ...