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Un imponente escenario fue el marco para que artistas como Bad Bunny o Natti Natasha convirtieran el lugar en una gran pista de baile.
Lejos de la electrónica que ha caracterizado a las cuatro anteriores ediciones, esta apostó por la música latina. El público evidentemente es otro, pero de todas maneras el evento resultó un éxito en cuanto a convocatoria. Se estima que asistieron alrededor de 30.000 personas.
¿Qué nombres sonaban para este Life in Color? Bad Bunny, Carnage, Natti Natasha, Tropkillaz, y otros.
Este giro de timón atiende a dar cabida a otro género que sigue moviendo multitudes: el reguetón. La atracción principal, en este sentido, fue el puertorriqueño Bad Bunny.
Él es lo nuevo, lo que suena ahora y “pega”. Pero es pura parafernalia con la excusa de fiestear. El artista creó un personaje, hizo letras sugestivas, vacías, pero el tema es bailar.
El público se veía absorto entre las luces y los sonidos, mientras Bad Bunny, a puro auto-tune, tenía a todos coreando sus canciones como “Tú no metes cabra”, “Diles”, “No te hagas”.
Aprovechando la presencia de la dominicana Natti Natasha, hicieron juntos “Amantes de una noche”.
La cantante, a su turno presentó un colorido show. Apoyada en un cuerpo de baile, fue la antesala para el plato fuerte.
También estuvo el DJ Carnage, que hizo temas propios como remixes de temas de otros artistas, animando al público. Los DJs de Tropkillaz también ofrecieron un set latino. La participación nacional fue de Cami Flecha, Cass y M2M.T
El LIC tuvo a todos bailando al unísono, movidos por el simple sonido. Estas músicas no dicen mucho pero son el reflejo de una multitud que solo quiere divertirse, entretenerse, pasar horas saltando, gritando, bailando.
En cuanto al lugar, definitivamente para futuros eventos hay que tomar medidas para ordenar, de alguna forma, el flujo vehicular.
victoria.martinez@abc.com.py