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El libro es el 12° de la colección “60 Años de Stronismo”, que propician la Editorial El Lector y nuestro diario.
El gobierno de Stroessner incorporó como ministros, en carteras consideradas claves, a miembros del ejército. La lealtad al modelo stronista permitió que muchos jerarcas militares conserven sus privilegios por varios lustros, llegando, no pocos de ellos, a acumular ingentes beneficios económicos y acceso a las tierras públicas como pago al fiel cumplimiento de la tarea de extirpar definitivamente del país el intento de copamiento del comunismo internacional, bajo el lema stronista de “democracia sin comunismo”.
Fue un gobierno de las Fuerzas Armadas en nombre de la Asociación Nacional Republicana, porque esta nucleación política nunca fue dueña de su voluntad. La afiliación partidaria del personal militar al partido de gobierno fue un requisito obligatorio e imperativo concretado mediante las circulares Nº 23 y Nº 24 del Gran Cuartel General, (julio de 1955), relacionadas al censo partidario.
El historiador Herib Caballero Campos, en el prólogo del libro, destaca que el autor describe de qué forma la Guerra Fría benefició al régimen stronista con la formación, instrucción y equipamiento de las Fuerzas Armadas y el modo que las mismas participaron del sistema represivo que implantó el régimen en su lucha contra el comunismo.
En ese contexto explica también la represión, confinamiento, cárcel y tortura que sufrieron oficiales disidentes.