Una aburrida travesía a un mundo hermoso y colorido

La película está dirigida por Ada duVernay, la misma que ha dirigido el documental “Enmienda XIII” y el largometraje de ficción “Selma: el poder de un sueño”, ambas disponibles en Netflix. Dos películas poderosas sobre las reivindicaciones de la población afroamericana de los Estados Unidos. DuVernay ya había ganado el premio a Mejor Director en el Festival de Sundance en 2012 por la película “Middle of Nowhere”.

Pero en “Un viaje en el tiempo” habrá una mayoría de actores negros en los roles protagónicos pero el filme no tiene la fuerza de las películas mencionadas arriba. Es una historia sosa y edulcorada, que podría haber sido mucho mejor al tratar el tema del abuso adolescente en la escuela y la importancia de autorrespeto durante el crecimiento. Pero todo queda en un filme sin sentido y previsible.

La película trata sobre una adolescente (Storm Reid) cuyos progenitores son unos científicos que estudiaron la expansión del universo. El padre (Chris Pine) desapareció hace cuatro años de una manera inexplicable. Ella se siente fea y extraña en el colegio, donde sus compañeras la tientan y le hacen bromas pesadas. Ella encuentra compañía en su hermano menor (Deric McCabe) que es muy inteligente y que logra contactar con unos seres sobrenaturales (Reese Whiterspoon, Oprah Winfrey y Mindy Kaling), que le ayudarán a ambos a emprender un viaje por el universo en busca de su padre.

Y aquí comienza lo único bueno de la película. Hermosos paisajes, animales y plantas surreales, lugares tenebrosos, espacios geométricos de fuertes colores. En fin, mucho deleite para la vista, pero que no logra sostener un guión muy flojo. Ni los actores parecen muy convencidos de la historia que están protagonizando. Una gran producción que queda a medio camino de sus propósitos. Una pena.

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