Apagón y "milagro" en Luque

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El Sportivo Luqueño estaba "muerto" y el 3 de Febrero ganaba con lo justo, desperdiciando una posibilidad de goleada, hasta que se vino un apagón providencial para los locales, tras el cual el dueño de casa se despertó para apagar el incendio y dar vuelta la historia con los tantos de Claudio Vargas y Fidel Amado Pérez.

 

EL ANALISIS

Al "3" se le escapó el triunfo de las manos

Lo del Sportivo en el primer tiempo fue impresentable. Un equipo acelerado, desordenado, sin elaboración de juego, con los extranjeros marcados por su bajo nivel, con el chico Raschle mirando el césped y con un defensor como Yimmy Cano perseguido por las acciones desgraciadas.

Apenas iniciado el partido, perdió el balón, partió un pelotazo, el zaguero Maldonado se resbaló y Cáceres Cañete estableció una vez más  la "ley del ex", marcando el 1-0 con un potente disparo.  

El "3" jugó con inteligencia, manejando el balón y generando acciones claras con las que pudo haber ido al descanso con una ventaja mayor, actuando con calma, demostrando un buen despliegue físico y contando con la conducción de un "Caña" iluminado y en gran nivel.

En el segundo tiempo, Luqueño tuvo espacios, el balón en su poder, pero le faltaron ideas. Y conste que el adversario le dio cierta ventaja al meterse muy atrás.   

Los minutos pasaron y el dueño de casa jugaba a la desesperada, con el uruguayo Mello reclamando un penal en vez de avanzar para aprovechar su buena ubicación y con un elenco esteño que se pasó malogrando jugadas claras, como los tiros del "Colorado" Villalba y del "Caña" que pasaron muy cerca del portal auriazul.

Fue un espectáculo raro, porque faltando siete para el final se vino un apagón y en la reanudación, Luqueño fue otro equipo, al empatar de tiro libre Claudio Vargas, el mismo que después tiró un buscapié conectado por Fidel Amado Pérez para un vuelco increíble. Aquellos que minutos antes no servían para nada, se retiraban aplaudidos, ovacionados, después de concluido el partido.

Al borde de un ataque de nervios

Fue una noche "de locos". Al término del primer tiempo casi se tomaron a golpes Alvaro Mello y Rodrigo Soria, porque las cosas no le salían a Luqueño.   

Era un "concierto de silbidos" para los auriazules, mientras los esteños dejaban escapar la oportunidad de lograr una goleada histórica.     Se vino el apagón, el "3" sufrió una expulsión, se vinieron dos tantos luqueños seguidos, César Cáceres Cañete y Alvaro Mello se tomaron, también fueron echados, se registraron empujones, el técnico Saturnino Arrúa fue expulsado y el resultado milagroso salvó el pellejo del técnico auriazul Guillermo Sanguinetti.

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