Arsenio Erico, Kokito Martínez y Flaminio Silva

De los récords se alimenta la prensa internacional, con los récords se escribe también la historia, y los récords ayudan a recordar hechos inolvidables, que por su magnitud parecen inalcanzables. Y muchos de esos récords involucran a futbolistas paraguayos, a pesar de la escasa promoción que tienen incluso en este tiempo de megacomunicaciones, pero que nosotros querríamos volver a ponerlos en la consideración popular.

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Se escribió mucho sobre Lionel Messi y de seguro que, dada su juventud, mucho se seguirá escribiendo con el correr del tiempo. Hoy mismo ya no se habla de los récords que rompió, sino de los que le faltan batir, ya que todo parece indicar que así será. El argentino lleva anotados (a la hora de escribir este texto) 252 tantos sobre 328 partidos jugados en el Barcelona, “lo que da un abrumador promedio de 0,768 festejos por partido”. Arsenio Erico anotó 293 goles en 332 partidos, con un promedio “más abrumador todavía” de 0,882. Pero hay que recordar que en 1937 anotó 47 goles en 34 partidos, al año siguiente hizo 43 en 30 partidos, y en 1939 sus cifras fueron 40 en 32 cotejos del campeonato de la AFA.

Sin embargo, hay todavía más: Flaminio Silva, un puntero de Olimpia en la segunda década del 30, exactamente en 1936, anotó 34 goles en 12 partidos, pues la temporada fue cortada abruptamente y concluyó el torneo con esa escasa cantidad de juegos. Ese promedio debe ser récord mundial: 2,833 goles por encuentro. Si no es récord Guinness, le pega en el palo…

Y luego viene Eulogio “Kokito” Martínez, el abrelatas del Barcelona, cuyo nombre figura con letras de oro en la rica historia del club catalán. Primero de todo, porque fue el hombre que rompió el celofán del flamante estadio Camp Nou, al convertir el primer gol en tan célebre escenario. Ocurrió el 24 de septiembre de 1957. Pero hay que recordar también que llegó a jugar 225 partidos con 168 goles anotados y un promedio de 0,747… tan “abrumador” como el de Messi. ¿O no?

Ríos de tinta se gastaron para alabar los 5 goles del argentino en un partido de la Liga de Campeones, a cuya final los catalanes no pudieron llegar. Pero esa marca está todavía lejos de los 7 goles que Eulogio Martínez le hizo al Atlético de Madrid antes de la inauguración del campo nuevo, en la temporada 1956/1957. Y conste que ese día le anularon dos goles.

Y por ahora, ¡basta! El marketing es importante, en todos los ámbitos de la vida actual. Pero el marketing y la publicidad no siempre cuentan toda la verdad.

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