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Todo se generó a partir de un saque lateral de Borna Sosa. El defensor jugó hacia atrás, para su portero Zieler, quien falló clamorosamente. El guardameta intentó parar el balón, pero falló en el cálculo, tocando levemente la pelota.
El autogol tomó a todos por sorpresa, incluso en la transmisión en vivo en primera instancia no se pudo ver y no fue hasta que se emitió la repetición.
Cabe recordar que no se pueden marcar goles con las manos, por lo que si el portero del Stuttgart no hubiese tocado el balón, no hubiera habido anotación.
Afortunadamente para Zieler, ese gol que suponía el 1-1, quedó en anécdota. Gonzalo Castro marcó unos minutos después el 2-1 que le dio el triunfo al Stuttgart.