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Oscar marcó el gol del “honor” para un Brasil humillado en el primer minuto de descuento otorgado por el mexicano Marco Rodríguez, en un estadio Mineirão que se convirtió en escenario de una nueva “tragedia” para el fútbol brasileño. Alemania, campeón en 1954, 1974 y 1990, consiguió su ansiada revancha de su derrota por 2-0 en la final de Corea-Japón 2002 ante Brasil, al que le propinó ayer su peor derrota histórica.
Del Maracanazo al Mineirazo
La selección de Joachim Löw superó ayer el 6-0 que la “canarinha” sufrió en la Copa América de 1920 ante Uruguay, responsable de la, hasta ayer, mayor tragedia deportiva de Brasil al vencerlo por 2-1 en la definición del Mundial de 1950. Esa fecha quedó grabada en la historia del fútbol mundial como el legendario “Maracanazo”, hoy tal vez desplazado por el “Mineirazo” , en relación al estadio de Belo Horizonte.
Un letal huracán germano de 18 minutos pasó por Belo Horizonte en el primer tiempo y con cinco tantos en 29 minutos arrasó a una Seleçao que parecía demasiado golpeada por la ausencia de su estrella, el lesionado Neymar. El sexto y séptimo goles llegaron cuando el partido era ya un trámite. En medio de una profunda decepción y estupor, los torcedores brasileños, incrédulos y con lágrimas en los ojos, comenzaron a gritar “olé” cuando los jugadores rivales tocaban la pelota antes de concluir el encuentro. La fiesta para Alemania fue completa porque el veterano delantero Miroslav Klose (36 años), autor del segundo tanto alemán, se transformó en el máximo artillero histórico en los mundiales con 16 goles, superando al brasileño Ronaldo con 15.