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Con luces en medio partido
Cerro Porteño aprovechó la contundencia alcanzada en el primer tiempo para cerrar anticipadamente el partido contra Trinidense, que mostró mucha voluntad, pero arriesgó mucho en defensa y pagó caro las consecuencias de ese planteamiento.
Media hora fulgurante en el primer tiempo le bastó al Ciclón para quedarse con los puntos en barrio Obrero, para darle motivos a su público para creer en las posibilidades que tiene de luchar por le título de campeón.
Cuando se dio cuenta de que Trinidense intentaba restarle espacios con el adelantamiento de su línea de zagueros, y comenzó a poner pelotas profundas, el panorama se fue tornando favorable al equipo de Torrente (dirigió a distancia desde la grada más elevada de la tribuna Sur, pagando la segunda y última fecha de suspensión).
Una habilitación a Piris por la derecha, antecedió al centro de este y el cabezazo de Nanni, anticipando al golero Romero en su propia área chica, para abrir el marcador a los ocho minutos.
El festejo del goleador fue frente a la barra de Norte, mientras comenzaba a recibir estímulos desde las Preferencias, un sector de la cual, pocos días antes le había hostigado. Esta vez ese sector se ocupó de Carlos Amarilla, quien dejó pasar una acción ilegal en el área de Trinidense, cuando Cardozo retrasó una pelota a su golero Romero y este la tomó con las manos. No sancionó nada ni él ni su asistente Tiburcio Gauto.
La cantidad de situaciones era tal, que no consiguió "Triqui" evitar que llegasen dos goles sucesivos, el primero de Zeballos, al tomar un rebote en el poste de un tiro de Lucho Cáceres, y luego de nuevo Nanni, habilitado por Pablito.
Pudieron ser más goles en ese primer tiempo o en el arranque de segundo, cuando la claridad de Cáceres le permitió al Ciclón generar muchas ocasiones.
Pero una mezcla de apuros y ansiedades determinaron errores en la definición y el que sí acertó fue Trinidense, luego de haber desperdiciado incluso un penal, pateado por arriba del arco por Cantero. Este tuvo su revancha al recoger el rebote en un palo del cabezazo de Bareiro para descontar y sellar el score.
Lo bueno y malo, en el análisis
"Fue un partido en el que se acertó, se estuvo certero en el primer tiempo y después como que le sobraron minutos", fueron las primeras conclusiones del técnico Javier Torrente después de la victoria de ayer de Cerro Porteño.
Torrente consideró: "Me pareció que en el segundo tiempo regulamos demasiado, eso hizo que se arrimara un poquito Trinidense y nos convierta un gol", al tiempo de indicar que pese a la buena ventaja conseguida lo dejó preocupado la falta de mayor tenencia de la pelota a lo largo del segundo lapso.
Cerro Porteño aprovechó la contundencia alcanzada en el primer tiempo para cerrar anticipadamente el partido contra Trinidense, que mostró mucha voluntad, pero arriesgó mucho en defensa y pagó caro las consecuencias de ese planteamiento.
Media hora fulgurante en el primer tiempo le bastó al Ciclón para quedarse con los puntos en barrio Obrero, para darle motivos a su público para creer en las posibilidades que tiene de luchar por le título de campeón.
Cuando se dio cuenta de que Trinidense intentaba restarle espacios con el adelantamiento de su línea de zagueros, y comenzó a poner pelotas profundas, el panorama se fue tornando favorable al equipo de Torrente (dirigió a distancia desde la grada más elevada de la tribuna Sur, pagando la segunda y última fecha de suspensión).
Una habilitación a Piris por la derecha, antecedió al centro de este y el cabezazo de Nanni, anticipando al golero Romero en su propia área chica, para abrir el marcador a los ocho minutos.
El festejo del goleador fue frente a la barra de Norte, mientras comenzaba a recibir estímulos desde las Preferencias, un sector de la cual, pocos días antes le había hostigado. Esta vez ese sector se ocupó de Carlos Amarilla, quien dejó pasar una acción ilegal en el área de Trinidense, cuando Cardozo retrasó una pelota a su golero Romero y este la tomó con las manos. No sancionó nada ni él ni su asistente Tiburcio Gauto.
La cantidad de situaciones era tal, que no consiguió "Triqui" evitar que llegasen dos goles sucesivos, el primero de Zeballos, al tomar un rebote en el poste de un tiro de Lucho Cáceres, y luego de nuevo Nanni, habilitado por Pablito.
Pudieron ser más goles en ese primer tiempo o en el arranque de segundo, cuando la claridad de Cáceres le permitió al Ciclón generar muchas ocasiones.
Pero una mezcla de apuros y ansiedades determinaron errores en la definición y el que sí acertó fue Trinidense, luego de haber desperdiciado incluso un penal, pateado por arriba del arco por Cantero. Este tuvo su revancha al recoger el rebote en un palo del cabezazo de Bareiro para descontar y sellar el score.
Lo bueno y malo, en el análisis
"Fue un partido en el que se acertó, se estuvo certero en el primer tiempo y después como que le sobraron minutos", fueron las primeras conclusiones del técnico Javier Torrente después de la victoria de ayer de Cerro Porteño.
Torrente consideró: "Me pareció que en el segundo tiempo regulamos demasiado, eso hizo que se arrimara un poquito Trinidense y nos convierta un gol", al tiempo de indicar que pese a la buena ventaja conseguida lo dejó preocupado la falta de mayor tenencia de la pelota a lo largo del segundo lapso.