Estaba de luto, pero igual dirigió

El técnico de Nacional, Gustavo Eliseo Morínigo, sufrió el fallecimiento de su abuela paterna, quien ayer a la tarde fue sepultada en la ciudad de Coronel Oviedo, pero decidió quedarse y dirigir al equipo en el juego de la víspera ante Deportivo Capiatá.

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“Lastimosamente perdimos a mi abuela y hoy (por ayer), la están sepultando en Coronel Oviedo, algo que nos afectó a toda la familia, pero mi papá y mis familiares entendieron la situación, y por eso va para ellos también este triunfo que logramos esta tarde”, señaló el joven entrenador del conjunto tricolor, de 36 años.

Luego, el estratega agregó que “esta fue una de las varias finales que tenemos que jugar y la pasamos, y si bien sabemos que estamos cerca, hay que ir paso a paso, con la misma humildad de siempre”.

Por su parte, el volante Marcos Melgarejo manifestó que “nos esperábamos un partido así, porque Capiatá es un equipo que juega muy bien, y nos complicó en todo momento, pero gracias a Dios pudimos llegar al gol en los últimos minutos”.

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