Nacional sigue haciendo historia

El sacrificio, el esfuerzo, la tensión y la siempre necesaria dosis de suerte que acompaña a los equipos indicados para hacer historia caracterizaron la clasificación de Nacional para la final de la Copa Libertadores, anoche frente al Defensor Sporting, en el Centenario de Montevideo.

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MONTEVIDEO (Martín Galeano C., enviado especial).-Nacional consiguió anoche su clasificación para jugar su primera final de la Copa Libertadores, aun cuando perdió 1 a 0, contra Defensor Sporting en el Centenario.

Como era de esperarse, la presión inicial del cuadro uruguayo fue bastante fuerte y antes de los tres minutos ya exigió en dos ocasiones al “Nacho” Don, quien como siempre respondió a todas ellas.

El dominio del balón y la cancha fue del cuadro local, ante un Nacional que prácticamente renunció a todo ataque, por lo que Montenegro prácticamente pasó desapercibido.

Aun con el dominio, Defensor creó una sola clara situación de gol, cuando De Arrascaeta recibió a la espalda de Cáceres, y con un cabezazo quiso ubicar el balón sobre Don, quien adivinó la intención y se quedó con él.

En la complementaria, Defensor entró más tranquilo, no se apuró y con balones bien tratados intentó abrir la gran barrera defensiva alba, que comenzó a tambalear, más aún luego del ingreso de Adrián Luna, muy rápido y encarador. Fleurquin ganó con el pecho un balón y la cedió a De Arrascaeta, quien lanzó el centro al medio, en donde apareció Luna para batir la valla alba.

Parecía que se venía lo peor para Nacional, que se sintió acogotado. De Arrascaeta lanzó un balonazo que pegó en el palo izquierdo de Don y, del rebote, Arias pateó afuera. Era una señal positiva para Nacional, que siguió aguantando en defensa.

Vino el último córner para Defensor. El balón cayó en el medio, vaya a saber qué ocurrió en la acción, y creemos que hubo una grosera falta contra Don, no cobrada por el pésimo árbitro brasileño, la pelota quedó saltando frente al arco, la pateó Herrera con violencia, pero su remate pegó increíblemente en el travesaño, viéndose claramente que el destino indicaba que Nacional debe seguir escribiendo su historia.

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