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Olimpia, que ahora tiene compañía en la punta (Nacional), no fue capaz nuevamente de obtener un resultado satisfactorio y se conformó con una igualdad frente a Independiente de Campo Grande que hizo suficientes méritos para llevarse el empate que lo consiguió con mucha entereza y entrega en el partido. Juan Carlos Ferreyra, de penal, abrió el marcador para Olimpia en la primera etapa, mientras Osvaldo Díaz, de cabeza, igualó en la parte final.Olimpia va perdiendo terreno en el torneo a medida que pasan las fechas. Después de la dura caída ante Nacional, anoche fue incapaz de ganar a un equipo aparentemente débil como Independiente que, sin embargo, fue capaz de hacerle un gran partido al equipo de la Franja y lo tuvo a mal traer en varios pasajes del cotejo, especialmente en los primeros quince minutos, en los que llegó, creó y desaprovechó claras ocasiones.
La hinchada decana va perdiendo la paciencia y las excusas poco o nada importan, puesto que lo ideal o principal pasa por ver ganar al equipo, como lo quiere el aficionado.
Es cierto, Olimpia juega, toca y crea oportunidades a montones, pero la falta de contundencia o definición es notoria. Nery Pumpido insiste en mantener a los mismos hombres y en cada partido sus cambios son siempre los mismos. O acaso, Luis Caballero, Blas Cáceres y otros no pueden entrar ante la falta de puntería y con un Zeballos al que no le salen las cosas últimamente. Los rivales ya conocen bien los planteamientos de Pumpido y con una buena defensa, un mediocampo aplicado y con atacantes veloces desnudan varias de las falencias del equipo.
El Decano llegó al gol mediante un penal ejecutado por Ferreyra ante infracción de Gómez a Ariosa.
En la parte final, Olimpia tuvo buenas intervenciones y ocasiones en el arranque, las desaprovechó e Independiente, con su fútbol veloz y alegre, llegó al empate ante un cabezazo de Osvaldo Díaz que le ganó a Bobadilla. Bien por el equipo de Pablo Caballero que cumplió y Olimpia se queda peligrosamente.
La hinchada decana va perdiendo la paciencia y las excusas poco o nada importan, puesto que lo ideal o principal pasa por ver ganar al equipo, como lo quiere el aficionado.
Es cierto, Olimpia juega, toca y crea oportunidades a montones, pero la falta de contundencia o definición es notoria. Nery Pumpido insiste en mantener a los mismos hombres y en cada partido sus cambios son siempre los mismos. O acaso, Luis Caballero, Blas Cáceres y otros no pueden entrar ante la falta de puntería y con un Zeballos al que no le salen las cosas últimamente. Los rivales ya conocen bien los planteamientos de Pumpido y con una buena defensa, un mediocampo aplicado y con atacantes veloces desnudan varias de las falencias del equipo.
El Decano llegó al gol mediante un penal ejecutado por Ferreyra ante infracción de Gómez a Ariosa.
En la parte final, Olimpia tuvo buenas intervenciones y ocasiones en el arranque, las desaprovechó e Independiente, con su fútbol veloz y alegre, llegó al empate ante un cabezazo de Osvaldo Díaz que le ganó a Bobadilla. Bien por el equipo de Pablo Caballero que cumplió y Olimpia se queda peligrosamente.