Pólvora mojada

Independiente y Guaraní igualaron sin goles en Campo Grande.

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El juego fue deslucido por la pista embarrada y por el arbitraje de Julio Quintana, quien expulsó a tres jugadores de Guaraní y a uno de Independiente, en otra demostración de su mal manejo del partido.A partir de la lluvia caída, el día de ayer, ya se presagiaba que la cancha del Independiente no estaría en condiciones para la práctica del buen fútbol. A pesar de que el campo de juego fue resguardado al suspenderse el encuentro en Reserva, el mismo se mostró embarrado, con varios sectores anegados por el agua acumulada, lo que hizo sumamente difícil el desenvolvimiento normal de los jugadores con la pelota.

Dependiendo del impulso que se le daba al balón, este se deslizaba más rápidamente sobre la pista mojada o se quedaba estancado en las zonas embarradas. De esa forma, era imposible ver un partido bien jugado, sin revolcones y caídas, como se apreció por montones a lo largo del cotejo.

El equipo local se insinuó mejor en ataque en los primeros minutos, en base al trabajo en conjunto de Osvaldo Díaz y Lorenzo Melgarejo. Guaraní se hizo esperar, pero con David Mendieta y Pablo Caballero, arrimó peligro al arco de Derlis Gómez, con sendos cabezazos que salieron desviados.

El juego no era malintencionado por parte de ninguno de los dos equipos. Pero, a los pocos minutos, el árbitro Quintana ya amonestó a Filippini, poco  más tarde, a Paniagua, ambos del equipo aborigen. A los 37’, antes de la ejecución de un tiro libre para Independiente,  Fidencio Oviedo y Angel Ortiz, por tirarse la pelota, fueron expulsados con roja directa.

A los 7’ del segundo tiempo, por una falta común, Paniagua recibió la segunda amonestación y la roja. Hacia el final, Filippini corrió igual suerte y aunque Guaraní terminó con ocho jugadores, no se pudo mover el cero.
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