Repollos bien verdes en la Olla

Dos pelotas largas a espaldas de la frágil defensa de Cerro Porteño significaron la caída ante Libertad, que jugó una hora disminuido y supo aguantar los peores momentos para revivir en el Apertura y dejar casi echada la suerte del local.

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El partido por la supervivencia en la lucha por el título del torneo Apertura lo ganó Libertad con un notable aprovechamiento de las situaciones a favor, que no fueron muchas y el aprovechamiento de la mayor debilidad que exhibe el Ciclón, que es su sector defensivo. La primer pelota profunda, lanzada nada menos que por el portero Vargas, cayó en medio del "Ganso" y Cardozo, para que Núñez superara a ambos en rapidez y mejor posicionamiento para marcar a los 6 minutos de juego, cuando todo era del Ciclón, como continuó siendo después, con más intensidad cuando fue correctamente expulsado Arnaldo Vera.

Astrada esperó hasta el segundo tiempo para oponer a Iturbe e intentar aprovechar la ventaja. Lo sacó a Burgos, su mejor recuperador en el medio, posiblemente porque es quien menos cartel tiene. La variante no resultó, como tampoco el ingreso de Lucho Cáceres, aunque sí el de Fabbro, quien aprovechó uno de los tantos desbordes de Piris por derecha para marcar el 1-1 parcial, con más de 20’ por jugar.

Estaba para Cerro, pero fue de Libertad, porque cuando aquel necesitaba apretar para buscar la imperiosa victoria, su endeblez defensiva lo dejó sentenciado, cuando el mismo recurso del pelotazo en profundidad le sirvió a la visita para marcar el tanto del triunfo, por obra de Rodolfo Gamarra, alimentado por el "Patito" Aquino.

La Olla hirvió y las pasiones se desbordaron hacia donde era más fácil descargarlas. Al cobijo de la "valentía" de las masas, un grupo de irracionales y obtusos hinchas locales eligió como víctima al firmante de esta nota, que salvó el pellejo gracias a un puñado de Policías y los colegas Benicio Martínez y José Santamaría. Gratitud para ellos.
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