¿Será que amerita ilusionarse?

Como si Olimpia y Cerro Porteño se pusieran de acuerdo para defraudar a sus respectivas hinchadas con una actuación impropia de equipos grandes, ambiciosos y arropados por una logística formidable.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/5BIPGCQYHVCXLOTODNCW2WDINY.jpg

Cargando...

El equipo franjeado pretende la cuarta Libertadores y los azulgranas pregonaron a los cuatro vientos que están dispuestos a ganar la primera.

Por supuesto, como resultante, la expectativa y la ilusión de ambas hichadas crecieron superlativamente.

Sin embargo, la realidad nos transmite un mensaje poco alentador. Fue sencillamente una fecha aciaga para ambos si tenemos en cuenta tanto el resultado como la propuesta que plasmaron en la cancha. Parece una fina ironía. Quizás Olimpia conoció de mejor volumen, pero perdió. En cambio, Cerro Porteño fue tan errático, pero pudo mantener la igualdad. Evidentemente que a Francisco Arce no le queda otra que, en todo caso, morir con las botas puestas defendiendo la filosofía de juego que identifica al equipo. De hecho, lo hace y lo sostiene. Ante Capiatá fue una prueba fehaciente de que no renunciará a su estilo. Nuevamente los capiateños y nuevamente Julio Irrazábal, con una actuación soberbia, le dieron una cachetada al orgullo franjeado en su propia casa. Dos maneras diferentes de sentir y aplicar el fútbol. Práctico, vertical y contundente es la idea de Félix Darío León. Más trabajado, elaborado y también con mayor protocolo para llegar al arco rival Chiqui Arce. La derrota dejó dudas...

Cerro Porteño jugó uno de sus peores partidos con la conducción de César Farías. Guaraní le escamoteó la pelota y no supo qué hacer. Desorientado, careció de un líder que pusiera un poco de luz ante tanta oscuridad. La verdad, fue tan pobre lo expuesto que parecía un equipo de principiantes. Farías, ¡cuánto trabajo te espera, hermano!

bmartinez@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...