Y es para lamentarse

Castigo a los errores propios

Cómo no saber defender dos goles, incluso el primero apenas arrancó el partido, es otro punto flojo que exhibió ayer la selección nacional que se tuvo que lamentar con el empate de 2-2 con Catar en el estreno en la Copa América. a pesar de la doble ventaja.

Golpear de entrada no fue favorable, por el contrario el resto de los más de 40 minutos en el primer tiempo fuimos superados por los catarí y en ningún momento hubo reacción en el campo y menos en el banco para cambiar ese trámite desfavorable. El seleccionado asiático nos tuvo a mal traer pese a no tener mucha virtud de selección de alta competencia. El fondo albirrojo pasó apuros, en el ataque generó algo más para ampliar a diferencia en el primer tiempo, pero no hubo aciertos como tampoco capacidad para recuperar las pelotas en el medio. 

Al segundo tiempo volvimos con el 1-0 y Derlis González en lugar de Hernán Pérez. Y esta variante cambió el nivel del equipo paraguayo, mejor en ofensiva, se anuló un gol por el VAR a Tacuara por posición adelantada en la jugada previa a Derlis. Y fue este el que con un bombazo desde fuera del área aumentó la felicidad paraguaya en Río de Janeiro y mucho más en nuestro país.

Fue el 2-0 que no ilusiona mucho, pero nuevamente caímos en las imprecisiones, superados por la velocidad del rival que en nueve minutos al promediar el segundo período marcó los dos goles y el empate, con el infortunio de Rodrigo. Estuvimos más cerca de sufrir otro tanto en contra, ya no quedaron piernas para tentar cambiar el sinsabor y perdimos dos puntos.

LAS CLAVES

1. No sacar provecho del gol tempranero que marcó de penal Óscar Cardozo para marcar diferencia también en el rendimiento en el campo de juego. La ventaja no fue precisamente un punto a favor, pues el rival pasó a ser el protagonista, generó varias situaciones sin tener mucha claridad.

2. Y mucho más imperdonable es no volcar definitivamente a favor el tanto que anotó Derlis González a poco de arrancar el segundo tiempo del partido, en el que el equipo de Eduardo Berizzo fue superado por un adversario que no mostró mucha virtud de una selección competitiva.

3.  Una vez más, los tardíos cambios, el segundo y el tercero, a los que recurrió el entrenador albirrojo. Más de uno debió ser cambiado por complicaciones físicas, como Tacuara Cardozo, aunque la lesión de Rodrigo Rojas hizo variar los planes; tal vez será la excusa. Físicamente, no estamos bien.