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Añadió que la caída de los precios de los commodities ha generado una retracción muy importante en la exportación regional de mineral de hierro, lo que sumado a una mediocre cosecha de granos (2014/15) y a la reducción de la carga contenerizada de importación, ha dejado a más del 60% de la flota fluvial regional amarrada (hoy a un 40%).
Agregó que este año, en lugar de unas 20 millones de Ton. estimadas, se tendrá, en el mejor de los casos, unas 17 millones. En contrapartida, se han hecho incorporaciones a la flota fluvial regional esperando unas 25 millones de Ton. de carga. “Para colmo de males, se está demorando la reaparición del mineral de hierro y seguirá así por algunos años, hasta que el acero recupere parte importante de su valor en el mercado internacional y el mineral vuelva a ser casi el 40% del total de las exportaciones regionales, al igual que en el pasado”, advirtió.
Gobierno ausente
Al referirse a la falta de políticas de Estado, Ehreke afirmó que desde su sector ven que el Gobierno nacional “se mantiene de espaldas” a las necesidades específicas que tiene la industria naval para alcanzar el nivel de competitividad al que está llamada, ya que Dios ha bendecido a nuestro país con una disponibilidad casi ilimitada de energía eléctrica limpia y una abundante oferta de mano de obra joven que, apropiadamente formada, dirigida y supervisada, se convierte en un “capital invaluable”.
Por otra parte, tanto el presidente de la UIP, Eduardo Felippo, como el presidente del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos (CAFyM), Juan Carlos Muñoz, lamentaron los antiguos problemas que afectan a la navegabilidad del río Paraguay, aún a sabiendas de que el 90% del comercio exterior del país depende de la hidrovía.