Auditor que nunca vio anomalías en Petropar asume dirección

Tibia reacción tuvo Petropar tras la recomendación de la Secretaría de la Función Pública de anular el escandaloso “concurso de méritos” que fue liderado por seccionaleros para meter a correligionarios y familiares. Ayer cambiaron a la directora de Gestión Empresarial, en su lugar pusieron a Alberto Cabrera, un auditor de la era Escobar que nunca vio una anomalía en el ente.

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El primer anillo del presidente de Petropar, Fleming Raúl Duarte Ramos, fue responsable directo del reciente “concurso de méritos” para contratar 187 operarios para la planta alcoholera de Troche, en definitiva una burda manipulación para favorecer a seccionaleros, parientes incluidos.

La alcoholera de la petrolera estatal no necesita incorporar un solo funcionario más, porque su actual plantel está saturado.

La única “reacción” de Petropar fue la remoción de Gabriela Miltos del cargo de directora de gestión empresarial, quien ya había sido responsable de otros simulacros de “concurso” en la era Escobar, que solo benefició a amigas íntimas del extitular de la estatal, Sergio Escobar, a familiares de sindicalistas, etc., con su incorporación al plantel de personal de la petrolera.

Sin embargo, aún con el “nuevo rumbo”, continúan firmes en sus cargos, por tratarse del primer anillo del actual titular de Petropar, pese a su también responsabilidad directa: el gerente general, Rogelio Cáceres; el director jurídico Sebastián Irún; así como el gerente de la planta de Troche, Juan M. Yambay, conocido operador político en el Guairá, y que maneja la planta como una seccional colorada.

El “nuevo” es viejo conocido

Sustituye a Miltos en el cargo de Gestión Empresarial un comisionado a la petrolera de la Auditoría General del Poder Ejecutivo, en la era Escobar. Se trata de Alberto Cabrera Villalba. Es el mismo que en otras épocas de saqueos de Petropar así como en la administración anterior nunca observó una sola irregularidad.

También le tocó auditar los cinco años que duró el gobierno de Nicanor Duarte Frutos y poco o nada se sabe de algún trabajo relevante de lucha contra la corrupción.

No obstante, para Miltos, la saliente del cargo de la gerencia de Gestión Empresarial, que ostentaba la función en forma interina, le resultó un buen negocio haber estado cuatro meses en esa función, ya que antes de los seis meses de prueba que exige la Ley de la Función Pública se adjudicó el sueldo de gerente y definitivamente cambió su estatus de vida, superior al común de los mortales de este país.

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