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Actualmente, el gas licuado de petróleo (GLP) se expende entre G. 69.000 y G. 75.000, dependiendo del canal de comercialización, por lo que con este anuncio se reduciría entre G. 67.000 y G. 73.000, respectivamente. Esta reducción obedece a la sostenida caída de la cotización internacional del petróleo en las últimas semanas, que se desplomó a su nivel más bajo de los últimos doce años.
Ayer el crudo de Texas, de referencia para Estados Unidos, volvió a caer un 5,28 % y cerró la jornada en tan solo US$ 31,41 el barril, según señala un despacho de la agencia EFE fechado ayer en Nueva York.
El único combustible que faltaba bajar al público en nuestro país como consecuencia del desplome del crudo era el gas, ya que la semana pasada aminoraron en G. 200 por litro los combustibles líquidos, a excepción del diésel premium, que no bajó a causa del ajuste aplicado por el Gobierno al impuesto selectivo al consumo, que de G. 680 pasó a tributar G. 1.019 por litro, una estampida del 50%. Cabe recordar que la última rebaja en el gas sucedió el pasado 7 de setiembre, cuando bajó G. 500 por kilo (G. 5.000 por envase de 10 kilos).