Capaco: pliego de Senavitat promueve firmas de maletín

Los pliegos de bases y condiciones en la Secretaría Nacional de Vivienda y el Hábitat (Senavitat) promueven la aparición de firmas “maletineras” y “aventureras”, sin capacidad real de cumplir los contratos, según la crítica de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco).

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El presidente del gremio, Manuel López Cano, sostuvo que mientras sigan lanzando ese tipo de pliegos, sin exigencias técnicas y financieras ni un mínimo razonable de experiencia, seguirán los casos de obras inconclusas en Senavitat. “El problema radica en los pliegos de bases y condiciones y mientras eso no cambie, van a seguir sucediendo este tipo de situaciones”, subrayó.

Según los datos, existen alrededor de 10.000 obras en todo el país que fueron abandonadas hace años por las contratistas, sin haber concluido, y por las cuales la cartera de Estado entregó anticipos financieros de 40%, 80% e incluso 100%.

El ministro de Senavitat, Francisco Knapps, había afirmado que se tratan de obras de la administración anterior, cuyos contratos fueron firmados durante el gobierno del expresidente Fernando Lugo.

Explicó que algunas construcciones fueron abandonadas por responsabilidad de Senavitat, que dejó de pagar a las contratistas, pero también hay muchos casos de incumplimiento de las empresas.

El titular de Capaco resaltó en ese sentido que históricamente, la mayoría de las firmas que se presentan en las licitaciones de Senavitat son “ilustres desconocidas” y que eso se debe a que las constructoras serias muchas veces ya ni quieren participar en concursos llenos de anomalías.

De acuerdo con lo explicado, se presentan ofertas con precios irrisorios, incluso por debajo de los costos, imposibles de realizar por una empresa que trabaja en la legalidad y formalidad. Las firmas adjudicadas muchas veces ni siquiera son del rubro de la construcción y hasta ha habido casos de “maletineras”, que solo figuran en los papeles, no tienen oficinas ni empleados. “Se presentan comercios, consultores, en vez de constructores”, indicó.

Son firmas que aparecen, llevan el anticipo y no realizan el trabajo, continuó diciendo Cano. En su opinión, además del daño económico que esto ocasiona al Estado y el perjuicio social a las personas que no tienen viviendas, también son perjudicadas las empresas serias, que no pueden competir en precio y terminan siendo descalificadas de los procesos licitatorios.

Incluso, hasta la imagen de los gremios de la construcción se ve perjudicada, agregó, ya que la gente no diferencia entre uno y otro tipo de empresa e incluyen a todas las constructoras en el mismo grupo de las infractores. “Nos vamos a reuniones sociales y nos dicen: ‘Ahora tampoco terminan las casas’, sin diferenciar las firmas serias de las maletineras”, puntualizó.

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