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Debo alegar, Sr. director, que Petróleos Paraguayos no atraviesa ‘un delicado estado financiero’. Si bien Petropar presentaba una pérdida acumulada importante, no es menos cierto que a partir del año 2009 la institución generó utilidades que permitieron ir revirtiendo favorablemente el panorama.
Las pérdidas acumuladas fueron el resultado de una política de gobiernos anteriores que subsidiaron el precio del gasoíl contra el patrimonio de Petropar, sin recibir la empresa estatal una contrapartida que permitiera subsanar dicha situación. Los desgastes se iniciaron a partir del año 1998 y se mantuvieron hasta el ejercicio 2008 inclusive, donde se unificó con PDVSA, período durante el cual se acumularon pérdidas por G. 1.409.459.845.417, generándose un patrimonio neto negativo de G. 1.183.235.359.370.
Con los resultados positivos obtenidos a partir del año 2009, esta situación fue cambiando, pues al 31 de agosto del 2012 se obtuvo una utilidad positiva de G. 230.717.712.088, reduciéndose la pérdida acumulada a G. 880.073.247.313 y el patrimonio neto a G. 627.269.687.631, disminuyendo de esta forma el déficit generado a lo largo de 11 años, a casi el 50% menos en 4 años.
Es cierto, hay una deuda acumulada de ejercicios anteriores con PDVSA. Sobre el punto, debo reiterar que hasta hoy siguen las gestiones pertinentes para hon-
rar ese compromiso que debe estimularse de común acuerdo con Petróleos de Venezuela. No está de más historiar que hemos ofrecido nuestra mejor predisposición de pago y actualmente Petropar cuenta con disponibilidad para ir bajando sistemáticamente el monto a ser abonado hasta la cancelación total.
Insisto, una vez más, que la deuda con PDVSA proviene de ejercicios anteriores, y si la misma a la fecha aún no fue amortizada es debido a que esta administración se encuentra abocada en concretar un mecanismo de pago que pueda favorecer a los intereses de Petropar. De igual manera, como se sabe, Petropar realiza pagos ordinarios de las deudas contraídas con todos los demás proveedores, así como de todas las demás cargas impositivas que recaen sobre esta institución, como el Impuesto Selectivo al Consumo, Impuesto a la Renta Comercial, Aporte Intergubernamental, entre otros, que no se podrían cumplir si existieran problemas financieros como se afirmó en la reciente publicación.
Por otra parte, vale mencionar que las gestiones de Petropar son monitoreadas y evaluadas trimestralmente por el Consejo de Empresas Públicas en el marco del Contrato de Gestión por Resultados, obteniendo una calificación aceptable en los tres últimos trimestres.
Por último, es mi deber confirmarle que esta administración ha cumplido correctamente con el pago de aquellas partidas de gasoíl que fueron entregadas por PDVSA desde el inicio del nuevo proceso político en nuestro país hasta el corte de suministro decidido por el Gobierno de Venezuela. De igual manera, estamos al día con todas las empresas internacionales que venden combustibles a Petropar. En ese sentido, mantengo la conciencia despejada y sigo orientando todo mi esfuerzo laboral para que la empresa más estratégica del Paraguay siga su marcha, cumpliendo su sagrada misión de ‘garantizar el suministro de combustibles derivados del petróleo en el país’, precautelando la buena calidad y la cantidad exacta de los combustibles que comercializamos”, concluye la carta.