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“Hemos presentado a la CAP las etapas previstas para desarrollar una visión integral de seguridad, considerando cada uno de los escenarios”, comentó al terminar la reunión.
En primer lugar, dijo que trabajará para adecuar la capacidad de seguridad en relación al desafío delictivo que surge, lo que implicará capacitar más adecuadamente al personal policial para los nuevos tipos de delitos.
Comentó que uno de los dilemas es que grupos criminales organizados utilizan ametralladoras .50, pero sería insólito que efectivos policiales anduviesen con ese tipo de armas por la calle.
En ese sentido, recordó que en todo el mundo existe la preocupación de que las organizaciones criminales han adquirido una gran capacidad operativa, que debe se contrarrestada con servicios de inteligencia.
Agregó que para potenciar el uso de inteligencia policial se necesitarán mayor y mejor capacitación del personal, incorporación de tecnología en la lucha, nuevas fuentes humanas y todas las tareas.
Comentó que tiene proyectado reorganizar a la institución de la Policía, exigir resultados, así como también garantizar la carrera al personal y otorgarle dignidad; igualmente, dar beneficios de salud para la familia, así como también educación para los hijos, etc.
“El policlínico de la Policía está ya con tremenda limitación para lo que es la dotación, por eso el plan es construir otro mayor, con mejor tecnología y mejores servicios”, señaló el futuro ministro.
Villamayor también señaló que presentó la idea de establecer cooperación con organizaciones educativas del sector privado a fin de crear becas para los hijos de los policías caídos en el cumplimiento de su deber.
“El sector privado puede cooperar para potenciar la Policía; he pedido a la Unión Industrial Paraguaya, a la Feprinco y la CAP para ver cómo podemos establecer un sistema de becas para los hijos de los policías caídos, para asegurarle la educación, porque ellos lo que más quieren es que sus hijos tengan una vida y un destino mejor que ellos”, expresó.