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Según denuncia de pobladores de Naranjito, apoyada por imágenes satelitales, el propietario del predio, identificado como Edgar Nemegusso, arrasó con una superficie boscosa para construir un camino interno y derribó parte de un bosque nativo que bordea un campo agrícola para ampliar el espacio para los cultivos.
La acción afecta también a un pequeño arroyo tributario del Tembey, donde se observa que se derribó un tacuaral y una masa boscosa que protegía el curso de agua, pese a que la ley establece un margen mínimo de presencia boscosa al borde de los arroyos, que tiene por objetivo proteger los cursos de agua de la erosión.
En este caso, se observa una reciente remoción de un tacuaral hasta el borde mismo del arroyo.
El miércoles último, el delegado de la Seam ante la gobernación de Itapúa, Juan Paiva, inspeccionó el lugar y constató que se realizó un trabajo vial en el lugar, pero descartó que se tratara de una deforestación, sino que fue una “limpieza” de tacuaras y arbustos en un camino viejo. “No hubo deforestación de árboles nativos, es un camino viejo de unos 400 metros, que fue limpiado de tacuaras y arbustos”, refirió.
La observación del funcionario contradice la imagen satelital, donde se ve una masa verde continua, y no se observa ningún camino existente. En el sitio se puede ver que se trata de un camino enripiado de reciente confección, con un entubado.
Leiva admitió que el dueño del inmueble no contaba con permiso ambiental al momento de la intervención. El propietario afirmó tener el estudio ambiental, pero que estaba en poder de su consultor ambiental.
“Eso nosotros consignamos en el informe que elevaremos a la Seam. A partir de la intervención el propietario tiene 10 días hábiles para presentar esa documentación y su descargo”, señaló el funcionario.