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Por su parte, Miguel Centurión Carmona, presunto líder de la red de megaevasión, dijo ante la Fiscalía que Álvarez le pidió que confeccionara facturas falsas a instancias de “uno de los hermanos Cruz Roa, que tenía como finalidad extraer fondos de la cooperativa para pagos particulares del mismo y gastos de campaña proselitista”, acusación que fue rechazada por el titular de la CU.
No obstante, Cruz Roa reconoció que la cooperativa recibió facturas de dos de las empresas implicadas en el caso, pero que estas sumaban alrededor de G. 5 millones.
Cruz Roa explicó que el 26 de julio de 2011 recibieron una factura de Global Sales (de la red de Centurión Carmona), por consumo gastronómico, por G. 2.310.000. Luego, el 11 de junio de 2012, recibieron una factura de CREO Mercantil Industrial, por servicios en una fiesta cultural de San Lorenzo, por G. 3.135.000. Según dijo, de ambas facturas ya comunicaron en su momento a la SET.
“En ese entonces, ambas empresas operaban legalmente, era imposible saber que años después serían empresas responsables de mega evasión, concluyó el presidente de la CU.