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Pero ese ejemplo no sirve, porque, como es obvio, si una población está dispuesta a consumir y su gobierno cree conveniente vender la harina a G. 100 el kilo, es porque vale 100, y quien pierde es el país que la vendió a G. 10. Esto es, exactamente, lo que ha hecho el Tratado del 26 de abril: Paraguay cederá energía a la Eletrobrás a 300 dólares el gigawatt, y los clientes de esta la pagarán al “justo precio” que ella fije, y que le producirá ganancias de miles de millones de dólares. Es... dinero de los consumidores brasileños lo que engrosará las arcas de Eletrobras, pero, ¿por qué el Paraguay le da su parte de la energía a tan bajo precio? ¿Por qué se ha renunciado en el Tratado al “justo precio” del Acta de Foz de Yguazú”, apuntaba con mucho tino ABC Color en su editorial del 21 de junio de 1983 “Los negociadores renunciaron a un derecho del Paraguay”.