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¿Qué importancia tiene el Anexo A en el funcionamiento de la entidad binacional? Mucho porque en definitiva es su gobierno y si estos instrumentos presentan algún desequilibrio a favor de uno de los socios, afecta con severidad al otro.
Recordemos que el estatuto de 1973, sustentado en la colonialista filosofía que en el proyecto Brasil “puso el dinero” y nuestro país “solo el agua”, concedía a nuestro país apenas la dirección adjunta de las principales direcciones y el cargo de director general, ocupado por Brasil, gozaba además del atributo de desempatar las votaciones en un colegiado solo visualmente equilibrado.
El Anexo A de 1986 eliminó ciertas aberraciones, como la del voto de desempate, un capital exclusivamente brasileño, y reconoció al director general adjunto, paraguayo por “antonomasia” hasta entonces, las mismas atribuciones que el brasileño, ambos con el título de director general. No obstante, nuestros socios se reservaron la titularidad de las direcciones Técnica y Financiera.