Embrapa abre las puertas de sus 37 centros de investigación a Paraguay

Una importante reunión de presidentes y representantes de los institutos de investigación agropecuaria de los países de la región se hizo en nuestro país la semana pasada. Al encuentro asistió el Dr. José Geraldo Eugênio de França, uno de los directores de la prestigiosa y poderosa Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Embrapa). Esta organización posee 37 centros de investigación que, según el funcionario, tienen sus puertas abiertas al Paraguay. El Dr. José Geraldo Eugênio de França está casado con una ciudadana paraguaya y eso le acerca aun más a nuestro país. En una próxima entrega ofreceremos la opinión del especialista sobre la biotecnología y el biodiésel.

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- ¿Qué cargo ocupa en Brasil?

- Soy uno de los directores ejecutivos de Embrapa.

- ¿Cuántos directores tiene?

- Un director presidente y tres directores ejecutivos.

- ¿En qué sección trabaja?

- Soy especialista en producción vegetal y tengo bajo mi responsabilidad la supervisión de 12 de los 37 centros de investigación de Embrapa en todo Brasil.

- ¿Qué opinión tiene sobre la investigación agropecuaria en la región?

- Estuvimos en Asunción con los representantes de los institutos de investigación de Chile, Paraguay, Bolivia, Uruguay, Argentina y Brasil. Y la lectura que tenemos es que hay algunas asimetrías en la región. Por ejemplo, hay países en los que las instituciones de investigación para la agricultura y la ganadería están consolidadas, creo que es el caso de Brasil y Chile. Hay casos más recientes, de buenos trabajos de consolidación, que es el de Uruguay. Hay un caso de recuperación de una institución tradicional, que es INTA de Argentina, que está siendo recuperada por el gobierno de Kirchner. En Brasil hay una institución, Embrapa, joven, de 32 años, pero con un trabajo extremadamente consistente y con resultados muy buenos. Y hay dos países que, creo, necesitan de apoyo para consolidar sus institutos de investigación, para el agronegocio, que son Paraguay y Bolivia.

- ¿Cree usted que la investigación es la herramienta fundamental para lo que hoy se conoce como el agronegocio?

- No tengo dudas. La historia de la economía brasileña, en los últimos 30 años, cambió fundamentalmente después de que el Gobierno se decidió por tener un instituto de investigación, que es Embrapa. Hay varios otros factores, como políticas públicas correctas y, dentro de ellas, está la renegociación de la deuda de los productores, el crédito agrícola, la zonificación de cultivos, etc. En Brasil y Paraguay los productores son extremadamente profesionales y trabajan muy bien. Pero la cuestión tecnológica es fundamental. Tenemos dos países con características muy propias, no hay forma de transportar tecnología de países del norte para Paraguay y Brasil, por lo tanto creo que hay una confluencia, que estos dos países deben trabajar fuertemente para aprender juntos y crear un mecanismo de cooperación para la tecnología agroindustrial.

- ¿Qué cambios debería hacer nuestro país en materia de investigación agropecuaria?

- No sé si tengo conocimiento suficiente para dar sugerencias, pero veo que Paraguay tiene una población muy joven, profesionales de alto nivel y el agronegocio necesita de conocimientos, de ciencia y técnica. En este caso, creo que si Paraguay establece una institución volcada fundamentalmente para la investigación y transferencia de tecnología, los resultados van a ser extremadamente rápidos. Creo que no pasará mucho tiempo para que se considere el acierto de empezar un trabajo fuerte de tecnología para Paraguay, con los paraguayos.

- En esta necesidad de cambios, que son evidentes, ¿qué pesa más, la voluntad política, el dinero, el aporte del sector privado?
- La voluntad es lo más importante, no solamente la voluntad política, sino la voluntad en sí. Creo que los empresarios, junto al Gobierno, tienen una responsabilidad muy grande de establecer algo similar a otros países, de modo a que Paraguay cuente con instituciones sólidas, con jóvenes entrenados y con una red de estaciones experimentales o institutos que produzcan y transfieran tecnologías para pequeños, medianos y grandes productores. La inversión en los recursos humanos es lo más importante, es algo fundamental. Creo que si invertimos en la capacitación de los jóvenes, en programas de posgrado, en visitas técnicas a otros países con realidades similares, será el primer gran paso que se tiene que tomar.

- Habrá escuchado que Paraguay tiene un gran problema, que muchos especialistas se van al sector privado, atraídos por una mejor paga. ¿Esto ocurre en Brasil y se ve en otros países?

- En todo el mundo.

- ¿Cómo se lucha contra eso?

- No se lucha contra eso, vamos a luchar con eso. En todo el mundo los profesionales necesitan ser bien pagados, tenemos familias, chicos, la escuela, y cuentas en la despensa (risas). Por tanto, el sector privado tiene que contar con buenos profesionales y esto no creo que sea un problema. El problema es que en el caso de los gobiernos, no solo en Paraguay, necesitamos ofrecer condiciones ideales de trabajo. Uno de los factores es el sueldo, pero no solo eso, sino tiene que haber capacidad de trabajar conjuntamente con las universidades, la estructuración de laboratorios de las estaciones, posibilidades de ascenso, capacitación. Todo esto hace que los profesionales se queden a trabajar como investigadores, como profesores. Por lo tanto, veo que no hay competencia con el sector privado y veo la necesidad de una complementación.

- Habrá escuchado al ministro de Agricultura de Paraguay (Gustavo Ruiz Díaz) decir que nuestro país está pensando en cambiar su servicio de investigación, atraer al sector privado. El Estado siempre tuvo miedo de involucrar al sector privado, es una tarea pendiente, ¿como ve esta realidad?

- Hoy, Paraguay es uno de los principales productores de soja, Paraguay puede avanzar mucho en la producción de caña de azúcar, tártago, frijoles, arroz, maíz, trigo y esto, hasta el momento, se da debido a la gran fuerza del sector privado. Por lo tanto, el Estado tiene todas las posibilidades de trabajar con el sector privado y sumarse a este esfuerzo. Si hay una voluntad política en el Paraguay hoy, de empezar un trabajo fuerte de investigación y desarrollo, no hay duda de que habrá una respuesta inmediata del sector privado.

- ¿Cree que está bien o cree necesario que el sector privado pague ese esfuerzo o el Estado para solventar investigaciones?

- Tengo una percepción un poco conservadora con relación a esto. Creo que es fundamental que el Estado contribuya fuertemente con la investigación, porque nosotros hacemos investigación agropecuaria no solamente para el gran empresario, sino también para los pequeños. Estos no van a pagar porque no tienen recursos. Brasil tiene hoy 5.000.000 de fincas, de las cuales 4.300.000 fincas son de pequeños y medianos productores.

- ¿De menos de 50 hectáreas?

- Menos de 50 hectáreas. En algunas regiones, lo mismo que en el centro de Paraguay, existen fincas muy chiquitas. Embrapa tiene que trabajar para el productor de soja, algodón, trigo, de caña de azúcar, porque es el agronegocio nacional el que ha sostenido nuestra economía, pero tenemos una responsabilidad también con los pequeños, tenemos la responsabilidad de convertirlos en pequeños empresarios, para sacarlos de la pobreza y la miseria. Tenemos que darles la oportunidad de, con el uso de la tecnología, ganar dinero y tener una vida más digna. Esta es la lógica que es aplicada en Brasil.

- ¿Priorizar a los pequeños sin olvidar a los grandes?

- Trabajar para todos. Los grandes son extremadamente importantes, porque si no hay producción no hay empleo y no hay ganancia. Pero tenemos que trabajar con los pequeños porque no queremos que vendan sus fincas y vayan a las ciudades.

- ¿Qué peso o importancia tiene Embrapa en el Gobierno actual del Brasil?

- Embrapa y otras cuatro o cinco instituciones del Brasil son los pilares, las columnas de la política interna y externa del Gobierno brasileño. En los últimos dos años, en casi todas las visitas del presidente "Lula" a otros países, el presidente de Embrapa está presente. Está presente porque en los países ricos hay que cambiar tecnologías, para los países en desarrollo creemos que podemos ayudarles y para los hermanos un poco más pobres tenemos algo que ofrecer. Por lo tanto, Embrapa hoy es una de las instituciones más importantes de Brasil.
- ¿Qué podría ofrecer Embrapa al Paraguay?
- Mucho. Yo intenté visitar Paraguay hace un tiempo, pero no lo logré. Ahora estamos en un momento muy especial, tenemos una frontera enorme entre los dos países. Cerca de Paraguay tenemos algunos centros, por ejemplo Embrapa Agropecuaria Oeste, en Dorados, Mato Grosso do Sul, que tiene un trabajo muy bueno en mejoramiento de soja, trigo, maíz, piscicultura y trabaja con la agricultura familiar. Tenemos la Embrapa Soja, que es un centro de investigación localizado en Londrinas, que tiene 70 investigadores, casi todos con doctorado. Está Embrapa Pantanal, en Corumbá, que tiene trabajos muy buenos en lo relacionado al manejo ambiental del Pantanal, territorio muy similar al nordeste de Paraguay. Tenemos 37 centros de investigaciones, que son 37 fábricas de tecnología. Estamos abriendo la puerta de todos los centros de Embrapa para capacitar, entrenar, intercambiar experiencias con los profesionales de Paraguay y ayudar si es necesario para construir modelos, instituciones, proyectos de investigación conjuntos. Esta es la voluntad del Gobierno y creo que están dadas las condiciones para trabajar juntos.

jbenitez@abc.com.py
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