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En el año 2007 el presupuesto tenía asignado 212.088 cargos permanentes y al 2018 la cantidad aumentó a 298.183, de acuerdo con los datos de la ley de presupuesto y del Ministerio de Hacienda.
Esto implica que en once años se crearon 86.095 nuevos cargos, lo que representa un crecimiento de 40,5%, muchos de ellos como parte de las promesas de los partidos a la clientela política, parientes, amigos y hasta amantes.
A esto se agrega lo que se conoce como crecimiento vegetativo, que implica cubrir los cargos de docentes para nuevas aulas, policías y militares que egresan de las academias.
En la ley de presupuesto actualmente se incluyen a más de 90 entidades públicas, con un monto total asignado de G. 73,5 billones (US$ 12.997 millones).
Gasto salarial
La creación de cargos implica, además, un mayor gasto salarial que se financia con los impuestos que paga los contribuyentes en general, dejando la ejecución de las inversiones sujetas casi exclusivamente al endeudamiento, ya sea vía préstamos o de emisión de bonos.
A modo de ejemplo, el gasto salarial en este periodo de once años llegó a su pico más alto en 2013, cuando se quedaba con el 83% de la recaudación tributaria, cifra que fue reduciéndose en los años siguientes hasta el año pasado a 66%.
Esta relación de ingresos versus salarios volvió a subir desde el presente ejercicio, para situarse en el mes de mayo en 67% (de cada G. 100 recaudado se destina a salarios G. 67), según los datos del Ministerio de Hacienda que se dio a conocer la pasada semana.
Funcionarios
El total de cargos presupuestados incluye a funcionarios administrativos, docentes, personal de salud, policías, militares, magistrados y otros distribuidos en los poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo, Judicial y otros organismos y entidades descentralizadas.
Este total de cargos no incluye, sin embargo, a los funcionarios contratados, porque este grupo se asigna como jornales y honorarios en el presupuesto. De acuerdo con datos extraoficiales, la nómina fácilmente podría llegar a los 50.000.
Tampoco incluye a las empresas estatales SA, como Copaco y Essap, municipios y otros entes que manejan su presupuesto de manera autónoma.
La cantidad de cargos presupuestados no necesariamente equivale a cantidad de funcionarios, porque en el transcurso del año algunas permanecen vacantes por retiro voluntario, renuncias, jubilaciones o despidos.